
La conciencia negada: por qué un pueblo colonizado no se reconoce como tal
Una mirada al caso del pueblo canario
Canarias ha tenido en su historia reciente líderes que, con sus aciertos y errores, demostraron tener carácter para defender los intereses del archipiélago frente al poder central. Lorenzo Olarte, en un acto que muchos consideraron temerario, amenazó a Josep Borrell con aquel inolvidable "se van a enterar de lo que vale un peine". Paulino Rivero, por su parte, no dudó en enfrentarse a José Manuel Soria, líder del PP canario, cuando las prospecciones de Repsol ponían en peligro las aguas del archipiélago. Pero Fernando Clavijo no es parte de esa tradición. Es un presidente sin fuerza, sin valentía, y lo que es peor, sin coherencia, que ha demostrado ser incapaz de estar a la altura del momento crítico que atraviesan las islas.
Clavijo, un presidente por casualidad, encarna la mediocridad en la gestión pública. Mientras Canarias soporta una crisis migratoria que desborda sus capacidades y recursos, el líder del Gobierno autonómico ha sido incapaz de alzar la voz para exigir soluciones reales. Cada semana, llegan cayucos y pateras a nuestras costas, colapsando el sistema de acogida. El Gobierno central, tanto con el PSOE como con el PP, ha incumplido sus promesas, dejando a Canarias sola frente a una crisis humanitaria que debería ser gestionada por todo el Estado. Sin embargo, Clavijo no ha sabido defender a los canarios. Ni un golpe sobre la mesa, ni una amenaza seria. Solo palabras vacías y gestos tibios que no incomodan a nadie en Madrid.
Más alarmante aún es su relación con el PP, su socio en el Gobierno autonómico. Los populares han demostrado una y otra vez su falta de compromiso con Canarias, dejando a Clavijo en ridículo con promesas que jamás cumplen. Incluso Vox, en un gesto de coherencia con su postura xenófoba, abandonó los gobiernos en los que compartía poder con el PP al no ver satisfechas sus exigencias en política migratoria. Pero Clavijo sigue aferrado a su pacto con los populares, incapaz de romper con quienes han ninguneado a Canarias. Ni siquiera los desplantes y el desinterés del PP le han llevado a replantearse un acuerdo que solo sirve para exponer su debilidad.
En Madrid, el PSOE tampoco lo toma en serio. Para Moncloa, Fernando Clavijo es un líder gris, un político sin peso ni relevancia, representante de un nacionalismo que ya no inspira respeto. Lo ven como un presidente al que se puede tranquilizar con promesas vacías y compromisos que nunca llegan. Su incapacidad para imponerse ha convertido a Canarias en un patio trasero, un lugar donde los problemas se acumulan mientras el Estado no mueve un dedo para solucionarlos.
A diferencia de Paulino Rivero, que no dudó en enfrentarse a Madrid y a Soria para defender a las islas, Clavijo ha demostrado ser incapaz de hacer valer su cargo. Representa un nacionalismo de opereta, una caricatura de un movimiento que durante décadas fue sinónimo de lucha por la dignidad de Canarias. Es un hijo del nacionalismo, pero sin haber heredado la coherencia ni la valentía de sus predecesores.
Fernando Clavijo es, en definitiva, un presidente mediocre y fallido. Mientras las islas necesitan un líder firme y decidido, él ha optado por una política de complacencia y silencio. Canarias merece más que esto. Merece un presidente que defienda sus intereses con valentía, sin miedo a plantar cara a quienes nos desprecian. Si Clavijo no puede cumplir con esa responsabilidad, lo más digno sería que diera un paso al lado. La mediocridad no puede seguir marcando el rumbo de nuestro archipiélago.
Una mirada al caso del pueblo canario
MÁS DE LA MITAD DE LOS INGRESOS TURÍSTICOS DEL ARCHIPIÉLAGO SE TRIBUTAN FUERA DE LAS ISLAS, LIMITANDO SU IMPACTO ECONÓMICO LOCAL
Las redes sociales estallan de indignación ante un nuevo acto inmoral de toda la clase política canaria. Aquellos expertos que iban a "canalizar las demandas de la calle tras las manifestaciobes del 20A", debieron "aconsejar" no sólo el desprecio a los centenares de miles de canarios que pedían un cambio, sino que " en el FiTur de este año" hay más políticos que nunca antes "viviendo la vida loca". Vergüenza e indignación.
¿Recuerdan aquella "coalición internacional" que se montò para bombardear e invadir Irak?. ¿Recuerdan la "foto de las Azores" y como Naciones Unidas se creyó lo de "las armas de destrucción masiva?. Pues hagan menoria. Aznar, Fox, Calderón, Uribe, Bukele, Milei y Blackwater detrás de un golpe extranjero para derrocar a Nivolás Maduro. Venezuela "no puede ser desobediente", pero sobre todas las cosas no puede ser un país inmensamente rico en recursos minerales y petróleo y "administrarlos para sí mismos". De ahí tanto foco internacional, tanto castigo, tanta "movilización" de políticos cuyo curriculum en sus países ha sido tan ejemplarmente....corrupto y vendepatrias.
No es la historia misma, sino como te sitúas ante ella. Hace tiempo que sabemos que aquellos que nos precedieron también somos nosotros mismos, ¿o tus bisabuelos no son parte de ti?. ¿Irías tú mismo al cementerio a sacar sus restos para exhibirlos en vitrinas o para venderlos?. ¿Permitirías que sobre sus tumbas se levantarán apartamentos o que sobre su memoria se levantaran falsos testimonios?. Y no, esto no es guanchismo o pretender "rizar el rizo", sino devolver al rango de humanidad y racionalidad lo que han convertido en trivialidad. Somos nosotros, no ellos. Son "los nuestros. Si pretendemos reivindicarnos, empecemos por los vivos sí, pero basta de no honrar a nuestros muertos. Ciencia, claro que sí, pero respeto también.
Los grupos ultraderechistas siempre han sido la expresión más radical del capitalismo. Nunca representaron los ideales de la humanidad,la justicia, la igualdad, el progreso o la libertad. La mayor parte de sus expresiones históricas han venido acompañadas de la violencia, el terror y la muerte: la negación de la vida. ¿Quien va a creer que su negacionismo va a ser ahora algo diferente?
Los otros partidos deberían estar condenando esta aberración y los medios poniéndolos en la picota pero, los primeros son buitres de votos y los segundos están untados con dinero público. Caraduras y sinvergüenzas todos.
La Raiz ya adelantó hace unos meses, que la ultra "lideresa" moganera urdía su propia estrategia para reivindicarse como la "Teo" del otro "cantón" grancanario. Confirmado queda lo avanzado. Ya tiene nuevo juguete, fija su sede en el mismísimo Aguimes y el nombre elegido es Somos Gran Canaria. Teo presentó el suyo una semana antes y Clavijo en su Congreso gris hablando de "unidad". La trama toma forma.
Está el Trumpismo estadounidense y el " TRAMPISMO" que sirve para mantener el chiringuito colonial. Herramientas recaudatorias que no sirven ni responden al interés general, que no soportan medio argumentario a su favor pero que son " intocables" como las castas.
El Dios turismo no provee a Canarias. Aunque así lo vengan "repicando" los campaneros y trompeteros del reino bananero en que han convertido el Paraíso natural canario, los hechos demuestran el calvario que está suponiendo para decenas de miles de trabajadores y familias canarias. con los que se ha cimentado durante los últimos
Samuel Henríquez, Mercedes Díaz y Juan Campos han pasado de ser los "predilectos" de Carmelo Ramírez a " venderse" como acérrimos defensores del chiringuito de Teodoro Sosa en el municipio sureño. La militancia que bien conoce las andanzas de estos tres "personajes" filtran el perfil, la "cara B" o C de caraduras de quienes ahora se disfrazan de renovación y fueron los "correveidiles" de Carmelo Ramírez desde siempre.