LA "LABIA" DEL VOLCÁN ACABA CON LA PACIENCIA PALMERA

Todos aquellos que durante aquellos días pujaba a codazos por salir en la foto, hoy anda escondiéndose o haciéndose el papelón de siempre, hablando mucho y haciendo nada. Aún recuerda nuestra retina los varios viajes del Presi español con su siempre escudero genuflexo, el aruquenses Angel Víctor Torres. Si cerramos los ojos, aún pueden llegarnos flashes de aquellos días donde hasta los nuevos Reyes españoles quisieron hacerse su real selfie. Del "Sálvame de Luxe" volcánico montado por los medios, que llegaron a agotar toda plaza hotelera que aquellos días hubieran servido para dar cobijo a los damnificados, sólo queda " el cumpleaños" y el "premio que se llevó la tv canaria".
Lo real, lo importante, lo único que debería ser prioritario, esto es, el aliviar el sufrimiento humano de tantas familias que ese día pasaron a ser "muertos en vida", ha ido caducando. Sólo los alcaldes escapan a los muchos insultos de los que son merecedores el resto de sus señorías.
Que un año después aún no se haya recibido ni un sólo euro de las ayudas prometidas por el gobierno español es miserable. Que la UE mandara una delegación entonces y tampoco se hayan justificado con un fondo de socorro es de miserables. Que el gobierno de las flores, florero en verdad, haya dado muestras de nuevo de su poco carácter y peor personalidad cuando se trata de reivindicar a Madrid es de miserables.
El delegado del gobierno español, en el colmo de la sinvergüenceria, prohibió hace unos días una manifestación de la plataforma de afectados. Los bancos y seguros que prometieron " el oro y el moro" y estar a la altura en esto, sólo han hecho lo mismo de siempre: hacer caja y sin corazón. Ellos que si que saben lo que es un fondo de rescate y como no devolver un euro.
Más de 300 días después de que la lava sepultó casas, fincas y vidas cotidianas, miles de palmeros están como el día que les dijeron que tenían que abandonar sus casas, negocios, vidas.
La concentración que realizó la plataforma de afectados ayer apenas ha contado con cobertura informativa, no fue recibida por político alguno y por supuesto sirvió para demostrar que el pueblo palmero podrá tener residencia, paciencia sí, pero también un punto de ebullición social que está a punto de estallar.
No hay excusa, no hay argumentario, no hay labia política que pueda negar la evidencia de que otra vez queda evidente que quienes están a cargo de la gestión de nuestros problemas, nunca están a la altura. Ya lo habían demostrado años y décadas atrás con problemáticas absolutamente cronificadas, pero algunos pensamos que, ante una catástrofe, sería distinto. Pues no, la catástrofe se dio y un año después andan desaparecidos.
Son...unos miserables.