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La erupción de cualquier volcán puede predecir se pero no evitarse, es obvio. También lo es que la ciencia ha demostrado sus avances, como que la gestión científica en el caso palmero evitó muertos. Pero, a estas alturas, un año después de su estallido, debe saberse ya que la gestión y credibilidad de las autoridades canarias, españolas y europeas está "hecha cenizas".
Prometieron un maná de ayudas. Se hicieron miles de fotos para postureo institucional. Nadie iba a quedar atrás. Casi un año después de la catástrofe volcánica en La Palma la realidad es otra bien distinta. Los técnicos son los únicos que siguen "al pié del cañón". Los políticos están en otros "asuntos".
El sufrimiento humano no entiende de grados. Comparar desgracias es establecer una escala de medida que sitúa al que las mide en la miserabilidad humana y a quien la padece en un mero indicador. Olvidar es peor. Nosotros no olvidamos, porque el sufrimiento de "los nuestros" importa ayer y hoy . Las 700 familias que perdieron sus casas en La Palma ya no están en el foco. Alguien decidió que "el sufrimiento palmero" ya no vende.
Bajo el título "Descolonizar el Conocimiento y Repensar Canarias: Un Conversatorio Imprescindible", cuatro colectivos participantes en las manifestaciones del 20-,A y 20-Octubre,,organizan una charla debate
En la acción de protesta se quemaron las banderas de EEUU e Israel
Crece el malestar entre la militancia de base de ambos sectores de Nueva Canarias, que empieza a sentirse manipulada por el aparente narcisismo de Román Rodríguez y Teodoro Sosa. Mientras los líderes se aferran al control del partido con discursos contradictorios, las bases cuestionan si las promesas de cambio son solo una cortina de humo para perpetuar sus egos y su poder.
