
Eso, como otras tantas cosas, no se dijeron en FITUR para vender el "paraíso canario". Y precisamente se oculta porque saben que "su negocio" se está cargando a cientos de ejemplares de distintas especies en Canarias por incompatibilidad manifiesta con su "actividad depredarora" que llaman turismo, es el negocio de cuatro y supuestamente "nos da de comer" pero a un costo ambiental, social y cultural insostenible. Este fin de semana mismo, otro cachalote amaneció muerto en la costa tinerfeña.