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EL "CHABOLISMO" EMERGE POR TODOS LADOS: LAS AUTORIDADES "PERSIGUEN" Y NO SOLUCIONAN

No pueden pagar un alquiler porque no les llega, aunque tengas un empleo o "sumes" con otra persona para afrontarlo. A la pobreza severa que ya existía desde hace décadas en Canarias, se le suma otra variante que está haciendo emerger incipientes "barriadas de chabolas" por todos lados. Ya son "Acampadas de casetas" de quienes cobran una ayuda de 480 euros pero no tienen techo, pero también de quienes cobran 900€ en trabajos precarios pero les piden 500€ de alquiler y 1200€ de fianza. Las "autoridades", lejos de articular medidas de urgencia habitacional, los echan de un lado a otro, de un barranco a otro, de un solar a otro o los multan, los amenazan, los tratan con una aporofobia que debería ser delito. ¿Dónde están los apartamentos para estos "refugiados" del capitalismo salvaje?¿Dónde las políticas y las ayudas europeas?. El canario no importa y si es pobre aún menos y si encima vives en la calle eres "un nadie".

07 de abril de 2024Semanario LA RAÍZSemanario LA RAÍZ
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En barrancos, en vehículos camperizados, en tiendas de campaña o en cuevas... Eso sí, con un factor en común: con condiciones precarias. Más de 2.400 tinerfeños viven en chabolas como consecuencia de la crisis de la vivienda, caracterizada por el aumento exponencial del precio del alquiler, la falta de promociones sociales, la precariedad en el empleo y el crecimiento acelerado de la población en los últimos años. Según los datos más recientes recopilados por Cáritas Diocesana, mientras que en 2021 se registraron cerca de 2.000 residentes en infraviviendas, en 2022 ascendieron hasta los 2.700. Así, aunque las cifras han caído ligeramente en 2023, todo apunta a que la situación se volverá a tensionar si no cambia la situación del alquiler.

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Un escenario que se da aún más en las zonas turísticas de la Isla, especialmente en el sur de Tenerife, donde se da una gran paradoja: el sector de la restauración y la hostelería no encuentra trabajadores, pero los ciudadanos tampoco pueden optar a estos puestos por la carestía de las viviendas y la falta de las mismas –ni siquiera hay disponibilidad de habitaciones para compartir–. De hecho, hasta la fecha existen hasta cinco asentamientos chabolistas ilegales en espacios del litoral, entre El Puertito y Playa Paraíso; el barranco de Troya, en la linde de los dos; El Rincón de Los Cristianos y el valioso suelo del plan parcial de El Mojón, que corresponde a Arona.
 
El fenómeno también se da en zonas de barrancos, donde pueden pasar más desapercibidos y sobrevivir en comunidad para tener servicios básicos como el acceso al agua potable. Por ello, las  infraviviendas proliferan en la costa de Adeje, entre Playa Paraíso y el Puertito de Armeñime, justo a la vera de la polémica urbanización de Cuna del Alma, el mayor asentamiento de la isla. Allí conviven quienes han decidido optar por este estilo de vida y muchos peninsulares o extranjeros, con aquellos en situación de exclusión social o con necesidad de un espacio habitacional. 


También se da este modelo en el municipio vecino de Arona. Sin ir más lejos en la céntrica avenida Amsterdam, en Las Américas, muy cerca de la Comisaría de la Policía Nacional. No obstante, esto también se ha convertido en un paisaje casi típico en cualquier solar o espacio, algunos al borde de la autopista TF-1. Además, en la zona de Lomo Negro han proliferado solares construidos al margen de la legalidad junto al barrio de El Fraile, cuyo negocio de compraventa y reparcelación investiga la Fiscalía. Asimismo, el fenómeno también se detecta a pie del mar, como en el municipio de Granadilla de Abona, en la Playa de la Mareta o en puntos de la costa de El Médano.


El chabolismo se cronifica, sobre todo, en aquellas personas que llevan en situación de sin hogar entre dos y tres años, según Cáritas
Los datos publicados en su momento por Cáritas indican que en los principales municipios del sur hay 771 personas sin hogar, la mayoría en Arona (441), Adeje (166) y Granadilla de Abona (128). Sin embargo, esta es la situación más extrema y visible. Por debajo de ella hay otra realidad, que podría alcanzar a un 14% del total: la de aquellos que, sin tener un hogar, sí poseen un contrato de trabajo.


No obstante, en la zona metropolitana de Tenerife también se encuentran estos casos, especialmente en las zonas más rurales o cerca de los barrancos. En Santa Cruz se mantiene el chabolismo de forma residual en el poblado del Pancho Camurria, reducido actualmente a construcciones que se pueden contar con los dedos de una mano, cuando llegó a ser considerado el barrio 82 de la capital. 

Fuente: Diario de Avisos