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EL "ECOLOGISMO DE PAGO" TIENE UN LÍMITE

Los sindicatos dejaron de representar una alternativa al sistema cuando el sistema los compró. Primero fueron las subvenciones, después los privilegios y finalmente la "contratación" de sus cuadros dirigentes como "cargos públicos" con suculentos sueldos. Poco a poco fueron los mismos sindicatos los que estuvieron "atados y bien atados". De la disidencia a la complacencia, al "silencio de los corderos". El sindicalismo se convirtió en postureo. ¿Y en el ecologismo?

CANARIAS26 de mayo de 2024Semanario LA RAÍZSemanario LA RAÍZ
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La llegada del PSoe al poder en Canarias y de Antonio Morales al Cabildo de Gran Canaria supuso un antes y un después para el ecologismo que quedaba en el archipielágo tras años "en la parra". Los gobiernos de CC con PSOE y PP habían puesto a Canarias "patas arriba" y el destrozo medioambiental estaba en sus décadas "bravas". Una parte del ecologismo se contentaba con "los paseos y las rutas de sensibilización", la organización de jornadas y alguna que otra acción de "postureo". Mientras en otras latitudes el ecologismo llegaba a parapetarse con fuerza en las instituciones, en Canarias, con sobradas razones para dar ese paso, había partidos del régimen que "usaban y tiraban' a "ecologistas" para ganar votos. La "izquierdita" estatal y dependentista jugó a eso durante muchos años.

Uno de esos partidos fue Nueva Canarias. Bajo el "señuelo" de un proyecto de Ecoisla y la entronización de un entonces Alcalde de Agüimes que se "vendía" como una rara avis en el teatro político insular, el ecologismo se entregó a lo que creía "su último cartucho". Pronto comprobaría que era ecopostureo para más de lo mismo.

Mientras en otras islas una nueva ornada de activistas se iba gestando, en Gran Canaria una parte del ecologismo, se entregó, con financiación y nóminas de por medio, al "Morales Dream". Pronto descubrirían que aquello que le había pasado al sindicalismo antes les estaba pasando a ellos. Aquello de que "el capitalismo es un depredador del planeta" se endulzó con "el capitalismo verde es una alternativa". Las multinacionales que en África o Latinoamérica eran un peligro, fueron convertidas en Canarias en "colaboradoras de la Ecoisla". 

Todo el pastel se revira definitivamente cuando PSOE,Nueva Canarias y Podemos forman el gobierno de "las flores". Quienes aún creían que la salida de CC despejaría el panorama y daría entrada a un freno a la masificación turística, una ecotasa, un parón a los "proyectos irregulares", un tapón a las viviendas vacacionales y tantas de las cosas que nos asfixiaban, se dan cuenta que aquello era más de lo mismo. También a esa Caperucita se la comían los lobos.

Una parte del ecologismo que fue un día en Gran Canaria, ha quedado a las órdenes de Antonio Morales. Sólo así se explica su poca beligerancia cuando no su complicidad de pago a tanto destrozo del "capitalismo verde". Lo que está ocurriendo en el Bco. de Arguineguín, Chira y Soria es el destrozo medioambiental más importante de toda la historia de Canarias y callan. Callan las 12.000 nuevas camas turisticas para el Norte y La Aldea en Gran Canaria. Callan los proyectos de nuevas centrales en la cumbre. Disfrazan de proyectos de interés insular un Siam Park o un Parque Nacional en Guguy que persiguen traer más turistas. Dejan entubar barrancos y callan. Planean un costosísimo tren y callan. ¿Es que acaso en Gran Canaria no hay sobrepoblación, gentrificación, compra salvaje de nuestra tierra por extranjeros?. 

Es absolutamente verdad que un nuevo activismo realmente comprometido está dejando a este ecopostureo atrás. Es verdad que Canarias se agota ha empujado con sus cuerpos a desmontar  este ecologismo que se entregó al poder. Es grato comprobar como una nueva generación de activistas están dispuestos a recuperar Canarias para la esperanza y el verdadero cambio de modelo y de status. Pero hay que estar alerta porque también hay quienes van a seguir tentando desde los "partidos del régimen" para apagar el 20A. Gran Canaria no puede permitirse que "los ecojetas" frenen, silencien o aparquen la primavera Canaria.

El ecologismo de pago tiene un límite: el que ya le ha puesto el pueblo en la calle. O lucha o muere.