
La conciencia negada: por qué un pueblo colonizado no se reconoce como tal
Una mirada al caso del pueblo canario
Hace tan sólo unos días, CC votaba en el Parlamento en contra de una PNL que perseguía recuperar la memoria histórica canaria. Lo hacía junto a VOX y PP, sus ahora socios en varios municipios de Tenerife y con ello se retrataba una vez en sus incongruencias de siempre. Ahora en La Palma a instancias de uno de sus consejeros se aprueba esto. Nos alegramos, pero estos gestos de cara a la galería, no dejan de patentizar que ese partido tiene dos almas, una de ellas española y la otra, es como San Borondón, que aparece y desaparece. ¿Llamarán a la isla Benahoare o eso sería ya muy radical?
17 de marzo de 2025La Palma ha decidido mirar atrás para reivindicar su historia. El Cabildo Insular colocará carteles en los accesos a los municipios con los nombres originales de los antiguos reinos benahoaritas, aquellos territorios que componían la isla antes de la llegada de los castellanos en el siglo XV. La iniciativa, que busca reforzar la identidad insular y el conocimiento del pasado aborigen, forma parte de un esfuerzo más amplio por recuperar y dignificar la cultura prehispánica de La Palma.
El proyecto, anunciado por el Cabildo, permitirá que quienes transiten por la isla no solo vean los nombres actuales de los municipios, sino también los de las doce demarcaciones originales en las que los benahoaritas —también conocidos como auaritas o awaras— organizaban su sociedad. Así, lugares como Tigalate, Tedote, Tenagua o Aceró volverán a estar presentes en la geografía palmera, aunque esta vez en forma de señalización.
El gesto no es menor. Durante siglos, la historia de los primeros habitantes de Canarias ha sido relegada a un segundo plano, muchas veces narrada desde una óptica colonialista que minimizaba su complejidad social y cultural. Los benahoaritas, que habitaban La Palma antes de la conquista, dividían la isla en doce cantones, cada uno con su propio líder. Estos territorios, con nombres hoy casi olvidados, corresponden aproximadamente a los actuales municipios de la isla.
Un ejemplo es el cantón de Adeyahamen, que significa "debajo del agua" y se ubicaba en lo que hoy es San Andrés y Sauces. También está Aceró, que englobaba la actual Caldera de Taburiente y servía como refugio natural para los benahoaritas durante la resistencia contra los conquistadores castellanos.
Un paso más en la recuperación de la identidad isleña
Más allá del simbolismo, la iniciativa del Cabildo es una declaración de intenciones. En los últimos años, La Palma ha intensificado sus esfuerzos por proteger su legado arqueológico y difundir la cultura prehispánica. A ello han contribuido instituciones como el Museo Arqueológico Benahoarita en Los Llanos de Aridane o el Parque Arqueológico de Belmaco en Villa de Mazo, donde se conservan algunas de las manifestaciones rupestres más importantes de la isla.
El reconocimiento de los nombres aborígenes también responde a una demanda creciente de los sectores que promueven la memoria histórica en Canarias. Otras islas han impulsado medidas similares en los últimos años, como la inclusión de topónimos guanches en la señalización de carreteras en Tenerife o la recuperación de palabras aborígenes en la nomenclatura oficial de lugares en Gran Canaria.
El desafío de recuperar una historia silenciada
Que los nombres benahoaritas vuelvan a ser visibles en La Palma es, en el fondo, una forma de corregir una omisión histórica. Durante siglos, la conquista de Canarias fue presentada como un proceso inevitable de "civilización" en el que poco importaban las sociedades que existían antes de la llegada de los europeos. Pero la historia no desaparece, aunque se intente borrar.
Esta vez, serán los propios carteles en las carreteras los que recordarán a quienes circulen por la isla que, mucho antes de que existieran los municipios tal y como los conocemos hoy, La Palma ya tenía su propia organización territorial, con sus propios nombres, sus propias gentes y su propia historia. Y, por fin, vuelve a ser visible.
Una mirada al caso del pueblo canario
Si los europeos son llamados a dotarse de una mochila, da que pensar el tamaño de la que tendrían que preparar los canarios. Aquí cualquier "evento" demandaría un mayor cargamento y hasta tener en cuenta un escenario que ni Bruselas ha tenido en cuenta ni las autoridades coloniales interés por evaluar y socializar. Ya sabemos que la "mochila de Clavijo" está tan vacía como gris es su altura política. Alguien tendría que estar reuniendo a sus expertos. Y es que si Bruselas toca la campaña, el eco debería no pasar desapercibido.
Un análisis desde Canarias y para Canarias
Los nacionalistas de LC se plantaron ayer en el mismo centro neurálgico de Gáldar para así dar comienzo a una ruta " de presencia" que los llevará a todos los municipios de Gran Canaria. Un nutrido grupo de militantes quisieron acompañar en este primer encuentro a pie de calle con los ciudadanos de este enclave tan simbólico para la historia milenaria de Gran Canaria.
¿Y a estos menores quien los acompaña?
En verdad no se pretendía renovar sino empuercarlo todo un poco más.No iba de derrocar sino de colocar a un nuevo monarca absoluto. No iba de nuevas ideas sino del caciquismo de pueblo de toda la vida. No iba de gestionar mejor sino de mercadear con los votos y venderse al mejor pastor. Nace una nueva sigla pero es la misma vieja y asquerosa política del "quien de más" para calentar las barriguitas. Les proponemos una apuesta: si antes de que termine de leer estas líneas, encuentra la errata que contiene, usted será de los premiados con la condición de "bien informados".