
El 30 de Mayo empezó siendo una celebración impostada para unir lo canario a la Autonomía colonial. Cuarenta años después, hay que admitir que, al menos para centenares de miles de canarios, es una fecha interiorizada ya y donde celebran el vínculo territorial, vital y cultural que les une a pesar de toda la asimilación orquestada y perpetrada por propios y foráneos.