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LOLO DORTA: EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

LA BAJA DEL SECRETO08 de febrero de 2024 José Carlos Martín

Pronto se cumplirá un año de tu dolorosa partida, compañero. Quiero "imaginar" que existe un Dios y un cielo y que te necesitara para otra Acampada Reivindicativa lejos de nuestra tierra amada, porque cualquier otra razón no me valdría. Como dice la canción "El Elegido", que escribió Silvio Rodríguez, tu no eras un hombre común sino " un ser de otra galaxia". Ni sé cómo, teniendo el corazón que tenías, sus tejidos y músculos te fallaron. A lo mejor precisamente por eso, porque para sentir y hacer como tú, eran necesarios tantos corazones como los que tú aliviaste  sufrimiento. 

A todos tiene que llegarnos el último viaje, ese que deja nuestro cuerpo en tierra y nuestra alma en la memoria de lo que en vida sembramos. Si estás por el universo, seguro que "estarás de planeta en planeta, buscando agua potable", como aquí hiciste en forma de una vida digna para tus semejantes. 

La noche en que te fuistes estuvimos hablando. Buscabas como poder aliviar el sufrimiento de 5 familias que habían sido desahuciadas en Gran Canaria esa misma tarde. Venías de una televisión, donde denunciabas el sufrimiento de la niñita Marta y sus padres, acá en Sta Lucía de Tirajana, después de conseguir que Hugo pudiera conseguir una vivienda adaptada y marchara con su madre de regreso a Sta Cruz, tras un año hospitalizado en el Negrín. Buscabas "agua potable" donde fuera en este erial de injusticia y desgracias.

El nombre y el recuerdo de Lolo Dorta serán eternos en quienes te conocimos. Sólo un ser despreciable te negaría reconocimiento y agradecimiento. Ni teniendo autoridad llegaría a la enorme talla ética, moral y humana a la que tú llegaste.

Quisiste hacer de esta tierra el cielo y ahora, en el cielo de la memoria de tu pueblo, seguirás siendo uno de los grandes que parió esta tierra.

La lucha sigue. Tu lucha es la nuestra y sigue viva, aunque les pese a los que están muertos en vida. En las calles te veremos. En espíritu estarás siempre, aquí, allá, donde exista un halo de tu estela sembrada.

Un abrazo hermano.