
El franquismo no murió con Franco; sigue vivito y coleando. Vive en la España y el españolismo profundo, porque se inoculó durante más de 40 años y ha permanecido en el verdadero poder durante más de 50 tras su muerte. La España indivisible, autoritaria, intolerante y mesetaria, no sólo no desapareció con el dictador, sino que ha resucitado con fuerza en los últimos años.
















