
A LAS IZQUIERDAS TRISTES: SE ACABA EL TIEMPO
Una reflexión sobre las razones de la perdida de votos y apoyos por la izquierda en Canarias.



Este sábado 7 de junio, como muchos otros sábados, fui a dar una vuelta al Mercado de Santa Cruz de Tenerife a por algo de fruta y verdura, cuando, por suerte, todavía puedo comprarla. Mi visita coincidió con la finalización de los actos militares que llevan días organizando por lo de las Fuerzas Armadas. Yo iba y muchos volvían, con multitud de banderas de España -algunas preconstitucionales- y otros motivos con el rojo y el amarillo. A la vista de las banderas no pude evitar preguntarme en qué momento se mezcla una fiesta de exaltación de los ejércitos con el sentimiento de españolidad o de pertenencia a un país. Dicho de otra manera, para que me entiendan mejor: ¿podría haber ido a los actos militares con una bandera de España con un símbolo de la paz marcado en el centro de la bandera?, ¿habría sido bien recibido? Es evidente que no. No habrían entendido que estaban frente a un ciudadano español que prefiere que los conflictos se solucionen pacíficamente y lo expresa de manera pacífica. Creo que hasta me habrían increpado, y puede que cosas peores. En cambio, allí estaban las otras banderas, incluida la franquista y otras tantas con tanta barbarie en su memoria, sin el menor signo de estar fuera de lugar o molestar a alguien. Y este, queridos lectores, es uno de los mayores problemas que tenemos hoy en día en España y en buena parte del mundo occidental cuando pensamos en una convivencia pacífica: la manera en la que los nacionalismos se están desarrollando en los últimos tiempos, vinculados siempre a posiciones conservadoras, reaccionarias y militaristas. Así, en el imaginario dominante un patriota estadounidense no puede ser más que un trumpista que defiende al americano blanco y está a favor de que deporten a todos los extranjeros pobres; un nacionalista israelí estará inevitablemente del lado de Netanyahu, y en el peor de los casos guardará silencio con el genocidio en Gaza; un patriota ucraniano está en el bando de los que hacen la guerra, lo mismo para un ruso; y así, pueden hacer una cuenta parecida para la mayoría de países a este lado del mundo. Incluso, los nacionalismos catalán y vasco, son de corte mayormente aristocrático y conservador, de una gente rica que quiere separarse de otros españoles más pobres. Y así, al resto de ciudadanos pacifistas o discrepantes de las políticas del capital y de la guerra que se imponen hoy, solo nos queda el espacio de la disidencia y el desprecio. Para nosotros no hay patria ni bandera, somos los ilusos, los parias, somos perroflautas, rojos, zurdos, comunistas, antiespañoles y todo lo que se les ocurra para desacreditarnos y ponernos en el disparadero del odio. Es triste, pero es así. Se llama españolismo excluyente y es lo que se lleva: o estás con ellos o eres despreciable, y, más pronto que tarde, van a ir a por ti.
Da igual que estés en Canarias, da igual que Canarias haya demostrado históricamente que no es una tierra de guerras. ¿Recuerdan?: Canarias fue una de las comunidades que votó no a la OTAN en aquel referéndum histórico, cuando todavía había cosas que simulaban una democracia, y se ha mostrado muchas veces contraria a maniobras militares en nuestras aguas. Y no por casualidad precisamente este año se celebra la fiesta militar en Canarias. En Canarias, una tierra tratada desde siempre como una colonia, últimamente de manera aún más descarada, con el asunto de la inmigración y con la famosa Agenda Canaria firmada por Clavijo con el gobierno de Sánchez, de la que no han cumplido ni media frase. ¿Entienden el mensaje, verdad? Conviene dejar claro a los canarios y canarias que por muy fastidiados que estemos, aunque la cesta de la compra tenga precios del país más caro del mundo, con los sueldos más bajos, sin vivienda digna, ni sanidad ni educación públicas, ni playas limpias, ni futuro para nuestros jóvenes, convertidos ya en toda regla en una cárcel-frontera-cementerio, nos podemos ir olvidando de reclamar unos mínimos de autonomía, de autogobierno o de dignidad para nuestro pueblo. Somos súbditos, que no se nos olvide nunca.
Y así entramos ya de lleno en el último asunto que quería comentar en este artículo: la creciente militarización de Canarias, puesta de manifiesto especialmente con esta semana de actos militares lúdico festivos. ¿Le conviene a Canarias convertirse en un centro militar estratégico para la OTAN o es mejor luchar por lograr un Estatuto de Neutralidad para Canarias? Esta es la pregunta crucial que tenemos que empezar a hacernos. No es una cuestión simbólica, ni sentimental, no hablamos de utopías pueriles, por mucho que pretendan atacarnos por ahí. Es una cuestión vital. Si Canarias sigue siendo utilizada como plataforma de operaciones militares, si se asienta la idea de que el Archipiélago es un “portaaviones” en medio del Atlántico para las potencias de turno, ya sea España, Estados Unidos, la OTAN o incluso Israel, ¿qué mensaje, qué imagen estaremos dando a los que quieren que Canarias sea un paraíso natural ideal para el turista? ¿En serio creen que los turistas van a querer venir a unas islas asimiladas a un macro portaaviones preparado para la guerra? Mejor aclararse: o turismo y sostenibilidad ecológica o portaaviones bélico, pero las dos cosas a la vez son complicadas. O si prefieren véanlo por este otro lado: si convertimos a Canarias en un lugar estratégico militarmente hablando, ¿no será también un lugar codiciado por las potencias beligerantes en cualquier conflicto atlántico futuro? Los cirujanos quieren operar, los alpinistas escalar, los barrenderos barrer, y los militares quieren entrar en acción. Si los tenemos aquí en abundancia, ¿qué creen que acabará pasando? ¿Han oído hablar de la “profecía autocumplida”?: si hablamos de la guerra y nos armamos para la guerra, al final tendremos guerra. En cambio, si Canarias se posiciona como plataforma de paz y neutralidad, siendo como somos plataforma tricontinental de paso hacia tres continentes, como crisol de tantas culturas, y también por nuestra historia, nuestra idiosincrasia, nuestra singularidad ecológica y la voluntad de nuestro pueblo, puede Canarias ser reconocida como zona de paz, neutral y desmilitarizada, al estilo de lo que Costa Rica logró en América Latina o lo que es Suiza en Europa. ¿Acaso hay mayor acto de amor a una tierra que defenderla de la guerra y de la sangre? Y así, cada vez que haya una guerra en el mundo, los canarios estaremos abiertos a recibir a los contendientes en conflicto para que firmen la paz. Y un día los libros de historia hablarán de la Paz de Icod, del Tratado de Vecindario o la Declaración de La Restinga, como hitos de nuevos tiempos.
Así al menos lo veo yo, amigos y amigas. Canarias no puede ser un peón de guerra en los mapas de las grandes potencias. Un Estatuto de Neutralidad no es una ocurrencia, ni una utopía marginal, es una apuesta por la vida, por la convivencia, por un futuro común que no dependa del negocio armamentístico o del chantaje geopolítico. Supone blindar el territorio frente a la lógica de la guerra, impedir el establecimiento de bases extranjeras, de instalaciones secretas, de infraestructuras diseñadas para matar. Supone también decir no al uso de nuestros cielos y nuestros puertos para bombardear a otros pueblos, como ha ocurrido en el pasado reciente con los aviones que partieron desde Canarias para intervenir en conflictos en África o en Oriente Medio. Pero sobre todo, declarar a Canarias territorio de paz sería dar una señal clara de que hay otro camino posible: el de la hospitalidad, el del cuidado, el de la diplomacia ciudadana, el de la cooperación Sur-Sur, el del ecopacifismo. ¿Acaso no tiene esto más sentido para una tierra hermosa rodeada de mar que la idea del macro portaaviones militar?
Por eso, si han leído hasta aquí y tienen cerca a algunos de los patrioteros amantes de la guerra y los portaaviones, díganles de mi parte que lo que Canarias necesita no son más militares, ni más radares, ni más barcos de guerra, ni más armas, ni más gasto en defensa, lo que necesitamos son más escuelas, más médicos, más derechos, más alimentos cultivados aquí, más soberanía energética, más vivienda digna, más libertad para decidir cómo queremos vivir. Y nada de eso lo podremos lograr si nuestra tierra está ocupada por estructuras militares que no responden a nuestros intereses ni a nuestras necesidades. Canarias, un faro de paz en medio del caos global, tenemos derecho a serlo, ya lo estamos soñando. Pronto, esa Canarias se levantará, y no será para aplaudir banderas, será para encender la chispa de otra forma de estar en el mundo.
Eloy Cuadra, escritor y activista social.

Una reflexión sobre las razones de la perdida de votos y apoyos por la izquierda en Canarias.






No nacimos ayer, ni como nación (más de 3.000 años), ni como ideología política (más de 100 años).

Según los servicios jurídicos del Parlamento lo del director general de SCS con el diputado Caraballo fue ",una pasada", pero la Mesa que preside la Cámara autonómica se manifiesta "incompetente" o lo que es lo mismo "no hará nada por la víctima". Los dinosaurios Ana Oramas, Gustavo Matos y Mario Cabrera se "agarran a un clavo" y dan coba a un precedente que dejará impune que cualquier miembro de un gobierno pueda tratar como levde la gana a un diputado en el mismísimo parlamento. "Están bonitos".

El que fuera fundador y líder del MPAIAC, Antonio Cubillo Ferreira, sigue muy presente en la memoria histórica del pueblo canario. Sobremanera entre todos aquellos patriotas y activistas independentistas conscientes, más a cada día que pasa, del testimonio vital y político que, con su lucha, dejó para quienes como él, creían y creen en una Canarias Libre y País Soberano. Este 20 de Diciembre a las 12 de la mañana tendrá lugar una nueva ofrenda floral allí donde descansa su cuerpo. Dicho acto servirá para homenajear nuevamente a este patriota ilustre, al líder de un movimiento político que llevó el nombre de nuestro País y la causa de su independencia a las más altas instancias de la comunidad internacional durante 10 años (1968-1978). La comisión 22 de Octubre llama a este acto de homenaje, al que desde aquí se adhiere también este Semanario. Con tal motivo y en recuerdo de su figura LA RAIZ publicará durante estos días testimonios sobre su figura y del movimiento que lideró.

Según distintas fuentes,más de 50 pesqueros españoles navegan “a oscuras” frente a Canarias. Petroleros y buques militares también borran su rastro. La ONG internacional Oceana ya ha denunciado a 50 barcos de pesca españoles por apagar intencionadamente sus sistemas de geolocalización durante 132.420 horas en 2024, con apagones concentrados frente a África occidental, en rutas que pasan junto a Canarias.

Si el Presidente estadounidense convierte sus amenazas en agresión armada al país, las bombas no discriminarán afines o opositores al gobierno que preside Nicolás Maduro. Este hecho, que debería haber tenido ya un atisbo de preocupación expresa por parte del gobierno de Clavijo, no ha tenido sin embargo ni una mínima consideración pública por quien presume de considerar a esa nación latinoamericana como hermana de los canarios.

Entrevista completa realizada por Desenfoque producciones para la serie documental Canarias Amazigh.

Artículo de opinión en recuerdo de Javier Fernández Quesada.

Tras su presentacion en Tenerife, acto de presentación del libro del escritor y activista Eloy Cuadra en la isla redonda. Una obra que repasa al detalle una visión y experiencia dilatada y militante del activismo en Tenerife. Este viernes a las 20.00 en la Sala Café Despacio (c/Cebrián 54).


No parece haberle valido la implosión interna en su propia organización. Ahora, con su actitud, va a lastrar toda viabilidad de reagrupamiento de toda o parte de las fuerzas que se encuentran a la izquierda del PSoe en Canarias. Cada vez que a habla o escribe, no "sube el pan", sino que resta posibilidades. Y es que Román Rodríguez quiere seguir "aparentando" que es un gurú y que habla en nombre de Nueva Canarias en entrevistas y artículos de opinión, eclipsando el rol de Luis Campos y así no hay quien se termine de creer que "el aldeano" no sigue mandando en plaza.