
Liberación Canaria rechaza la colocación de una placa en honor a un conquistador colonial en Telde: “Es un acto de vergüenza histórica”
Los nacionalistas expresan su malestar y denuncian este despropósito
Lo que en un principio parecía un debate interno destinado a forzar a los dirigentes históricos de Nueva Canarias (NC) a dar un paso atrás y a abrir el partido a un relevo generacional ha mutado en una operación más ambiciosa y cuestionable: la de un sector que, bajo el nombre de “renovador”, parece ahora "inducido" a abandonar NC para convertirse en la "enésima" pata de Coalición Canaria (CC) en Gran Canaria. Así, la pugna por el cambio dentro de NC ha derivado más en una "confrontación de narcisos" que en algo verdaderamente político.
A continuación, analizamos los discursos e intenciones desde el interior mismo de Nueva Canarias, a través de las voces de personas simpatizantes o votantes de ese partido, que observan con preocupación este conflicto y las consecuencias o derivaciones que podría tener.
1. El liderazgo prolongado, el llamado al cambio y el centro del conflicto en Gran Canaria
El fragor del enfrentamiento interno se da principalmente en Gran Canaria, donde los sectores en pugna por el control de NC han centrado su debate. Desde otras islas, afiliados y simpatizantes de NC entienden la necesidad de una renovación en el partido, pero rechazan rotundamente la posibilidad de un pacto con CC, percibiéndolo como una traición a los valores fundacionales de NC. Mientras en Gran Canaria el sector "renovador" plantea cambio de caras y no descarta alianzas, en las demás islas la militancia es firme en mantener distancia con el partido al que identifican con la vieja política, la obediencia al centralismo y la derecha rancia.
Desde distintas islas, afiliados y simpatizantes expresan su preocupación ante la falta de apertura en la cúpula del partido, liderada durante décadas por figuras como Román Rodríguez, Carmelo Ramírez y Pedro Quevedo. Muchos consideran que el liderazgo prolongado de estos dirigentes ha llevado a NC a un estado de “bisoñez” política, donde el partido ha perdido claridad ideológica y su voz se ha desdibujado en el panorama político canario. Esta situación, sostienen, está frenando cualquier avance real y ha generado una desconexión entre los líderes históricos y las bases del partido. Pero, de ahí a dar un salto hacia atrás, existe un abismo.
“En Tenerife no vemos esta renovación como un proceso real, sino como un simple juego de poder que beneficia a los de siempre”, comenta Jorge, votantes de NC en la isla. “Román Rodríguez y otros líderes deben dar un paso atrás para abrir una ventana de oportunidad que permita reconstruir NC con nuevos valores y liderazgos comprometidos. Si no lo hacen, el partido no sobrevivirá como alternativa política”.
El inmovilismo de la vieja guardia es percibido como uno de los mayores obstáculos para que NC recupere su posición como referente del nacionalismo progresista en Canarias. Para muchos, la crisis actual es una oportunidad para que los líderes históricos permitan la entrada de una nueva generación sin tutelajes, con ideas renovadas y compromiso con una izquierda real y un nacionalismo consecuente.
2. La confrontación entre sectores: el riesgo de una alianza con CC
Actualmente, el liderazgo de NC se divide entre dos facciones principales. Por un lado, el sector que encabezan Román Rodríguez y Carmelo Ramírez, que mantiene la estructura tradicional del partido. Cuentan con el grupo parlamentario, tres consejeros en el Cabildo de Gc, Telde, Las Palmas de GC, La Aldea y el aparato político en el resto de las islas. En oposición, el sector de Teodoro Sosa y algunos alcaldes de Gran Canaria impulsa una agenda de cambio, aunque con visiones encontradas. Dentro de esta segunda facción, se observa un grupo de "renovadores" que difieren de Sosa en una cuestión clave: rechazan cualquier “viaje” hacia el entendimiento con Coalición Canaria (CC), partido al que muchos consideran corrupto y contrario a los valores de NC. Para ellos, estos últimos, una alianza con CC es una traición a los principios fundacionales, una señal de debilidad política y un salto al abismo. Ahí se situarían Roque Aguayro y gran parte de la militancia de Santa Lucía de Tirajana.
Los "renovadores" que no están dispuestos a seguir la línea de Sosa apuestan, en cambio, por una refundación del espacio político. Creen que es el momento para que "los históricos" den un paso atrás sí, pero para allanar el camino para una confluencia amplia en torno al ecosoberanismo y a la base ideológica del 20A, un movimiento que pone en el centro la justicia social, el compromiso ambiental y la defensa de una Canarias soberana. Este sector renovador es visto por muchos militantes como una vía para construir una alternativa real, al margen de las viejas alianzas.
3. El rechazo a una renovación cosmética y el riesgo del populismo
Afiliados y simpatizantes de NC coinciden en que cualquier “renovación” que signifique un acercamiento a CC es una traición a los principios del partido. Para ellos, esta alianza con CC, un partido caracterizado por la vieja política dependentista, centralista y caciquil, sería un ejercicio de demagogia y travestismo político. “El acercamiento a CC es un error estratégico que no tiene nada que ver con los valores fundacionales de NC”, afirma Raúl, votante de Lanzarote. “Nos arriesgamos a diluir nuestra identidad en una alianza con un partido que representa lo opuesto a la política transformadora y progresista que NC debería defender”.
Además, la influencia creciente de figuras como Teodoro Sosa es vista con recelo por sectores del partido fuera de la isla. Su discurso, calificado por algunos como populista y oportunista, genera preocupación entre quienes consideran que NC debe alejarse de prácticas políticas que vacían de contenido el proyecto fundacional y acercan al partido a alianzas de conveniencia y estilos muy cercanos al caciquismo de toda la vida
4. La apuesta por una refundación auténtica: recuperar el nacionalismo y la izquierda real
Ante la crisis, un sector creciente de afiliados y simpatizantes plantea que NC necesita ir más allá de una renovación superficial y abordar una refundación que redefina sus valores y su estrategia. Esta refundación, sostienen, debe alejar al partido de la derecha y proyectarlo como el referente de un nacionalismo más consecuente y de una izquierda real, no cosmética, en Canarias. Esta visión implica no solo un cambio de liderazgos, sino también una nueva apertura hacia fuerzas emergentes y comprometidas con el cambio social y la defensa sin ambajes de Canarias.
Lourdes, simpatizante de La Palma, expresa que "una refundación implicaría una transformación profunda. Necesitamos abrir la puerta a una confluencia nacionalista de izquierda que luche por la justicia social y un nacionalismo que represente de verdad a Canarias, no solo a unos cuantos”. Para Lourdes, la clave está en construir un espacio amplio y progresista, en alianza con movimientos sociales y fuerzas que compartan estos principios. Hay mucha gente que se desilusionó con Podemos, es activista o que es soberanista y hoy no tienen una expresión política".
5. La ventana de oportunidad para un reagrupamiento del espacio nacionalista de izquierda
En este contexto de crisis y oportunidad, varios afiliados y simpatizantes proponen que la refundación de NC podría abrir la puerta a un reagrupamiento del espacio nacionalista y progresista en Canarias. Esta propuesta apunta a que, en lugar de buscar alianzas con CC, NC debería buscar una confluencia con movimientos sociales, activistas medioambientales y otros colectivos de izquierda que compartan una visión proactiva para una Canarias con pleno derecho a decidir y socialmente justa.
“Es el momento de construir una coalición amplia, que incluya a fuerzas emergentes como pequeños partidos como Reunir, Drago, Liberación, movimientos sociales, ecologistas y gentes desencantadas de otroa proyectos”, sugiere también Carmen, simpatizante de Fuerteventura. “Solo así podemos recuperar el proyecto inicial de NC y construir un espacio de cambio real, donde las demandas de todas las islas sean escuchadas y representadas”.
Para muchos, esta alianza sería una oportunidad para que NC recupere su esencia y amplíe su base social en el archipiélago, conectando con una nueva generación de canarios comprometidos con el cambio y el desarrollo sostenible. La idea de un reagrupamiento del espacio nacionalista de izquierda se ve como un paso hacia la consolidación de una UPC, una plataforma que agrupe a nacionalistas, soberanistas y ecologistas y que represente el proyecto que NC un día soñó con ser y nunca alcanzó.
6. Entre refundarse o diluirse en la vieja política
Son muchos los que coinciden en la idea de que NC no sobrevivirá a una escisión. Sin los votos suficientes en Gran Canaria no sólo no obtendrán un acta en esta isla sino que, al no superar la barrera electoral nacional, perderán opciones en Fuerteventura y Lanzarote.
Pase lo que pase, aunque finalmente los "escindidos" se vayan, NC debe "hacerse mirar la razón de porqué la vieja guardia lleva 20 años en el machito". Otro gallo le podría cantar si dieran un paso atrás.
Diego, simpatizante de Lanzarote, concluye que “la única solución real es una refundación que incorpore a todos los que anhelan un polo potente del nacionalismo canario más consecuente y de izquierdas. Una alianza con CC sería el fin de NC tal como lo conocemos”.
(Continuará)
¿ES POSIBLE UNA GRAN CONFLUENCIA POLITICA DEL ESPACIO NACIONALISTA DE IZQUIERDAS EN CANARIAS?
Los nacionalistas expresan su malestar y denuncian este despropósito
Román Rodríguez, Carmelo Ramírez y Pedro Quevedo dejarán de ser el "núcleo irradiador" del poder y la toma de decisiones en esa organización política tras el Congreso que celebrarán en Julio. Más aún, los "Canaristas" se liberán del presidencialismo omnipresente y omnipotente y adaptan su estructura organizativa a los nuevos tiempos: órganos más colegiados, más participados y que aspiran "nutrirse" de referéndums internos consultivos y vinculantes para la toma de decisiones internas. A este "cambio" se ha llegado tras un debate profundo donde una nueva hornada de actores políticos ha conseguido doblegar las resistencias de la tricefalia histórica que, por su narcisismo, ha estado a punto de cargarse el proyecto.
La dirigente ultra del PP terminará descabalgando al gris y robótico Feijoó a medio plazo. La derecha extrema española y todo su entramado económico, judicial y mediático saben que la única forma de sacar a los socialdemócratas del gobierno pasa por sumar más votos que los que ahora conforman el dique de contención a sus pretensiones. Ayuso es por tanto la esperanza "aria" de ese bloque "trumpista"español y está colocando las fichas para hacer posible su "golpe interno" y estatal.
Se vendió electoralmente como "promotor" de una ecoisla y no ha sabido ni proteger las dunas de Maspalomas. Antonio Morales se ha consolidado como un mentiroso compulsivo y un demagogo sin vergüenza si quiera. Miles de personas siguen "invadiendo" a diario uno de los tesoros naturales más emblemáticos de Gran Canaria y Morales, cada vez que se lo restriegan por la cara, promete una protección que nunca se cumple.
Ni con la presencia de los Reyes de España han logrado atraer a la ciudadanía canaria a las demostraciones y desfiles belicistas celebrados en el Archipielágo ayer y hoy. Es calculo es fácil: más de 6000 militares participantes y apenas 12.000 personas como público. Más atrae un concierto de Quevedo o una Cabalgata de Carnavales.
Esta vez ha sido en la llamada Conferencia de Presidentes, una farsa convertida en circo mediático para consumo del periodismo low cost. Mientras los nacionalistas vascos y catalanes lograban poder hablar en su idioma y Ayuso imponía el suyo su falangismo, Clavijo volvía a quedar de nuevo retratado como el presidente gris que es.
Hay que tener mucha caradura para querer apuntarse ahora a las reivindicaciones del movimiento Canarias tiene un Límite. El PSOE, que ha sido coautor y cómplice de CC en varios gobiernos o que está presidido en Canarias por el corrupto alcalde de Adeje andaba hace unos días en el Parlamento y los medios de comunicación sumándose a las manifestaciones. Vaya descaro, cuánta demagogia. Que sinvergüenzas.
Esta vez ha sido en la llamada Conferencia de Presidentes, una farsa convertida en circo mediático para consumo del periodismo low cost. Mientras los nacionalistas vascos y catalanes lograban poder hablar en su idioma y Ayuso imponía el suyo su falangismo, Clavijo volvía a quedar de nuevo retratado como el presidente gris que es.
Ni con la presencia de los Reyes de España han logrado atraer a la ciudadanía canaria a las demostraciones y desfiles belicistas celebrados en el Archipielágo ayer y hoy. Es calculo es fácil: más de 6000 militares participantes y apenas 12.000 personas como público. Más atrae un concierto de Quevedo o una Cabalgata de Carnavales.
Se vendió electoralmente como "promotor" de una ecoisla y no ha sabido ni proteger las dunas de Maspalomas. Antonio Morales se ha consolidado como un mentiroso compulsivo y un demagogo sin vergüenza si quiera. Miles de personas siguen "invadiendo" a diario uno de los tesoros naturales más emblemáticos de Gran Canaria y Morales, cada vez que se lo restriegan por la cara, promete una protección que nunca se cumple.
La dirigente ultra del PP terminará descabalgando al gris y robótico Feijoó a medio plazo. La derecha extrema española y todo su entramado económico, judicial y mediático saben que la única forma de sacar a los socialdemócratas del gobierno pasa por sumar más votos que los que ahora conforman el dique de contención a sus pretensiones. Ayuso es por tanto la esperanza "aria" de ese bloque "trumpista"español y está colocando las fichas para hacer posible su "golpe interno" y estatal.
Alguien dijo que "asesinar la imagen" de un oponente político sale "más limpio y barato" que hacerlo como en el pasado. También otro intelectual avisó de aquello de que, tras ver como el autoritarismo venía a por otros y no hacer nada, "un día vinieron a por mi y no había nadie siquiera para dar cuenta de ello". En España, primero fueron a por Podemos, después a por todo independentista y ahora van a por todo lo que queda.
Román Rodríguez, Carmelo Ramírez y Pedro Quevedo dejarán de ser el "núcleo irradiador" del poder y la toma de decisiones en esa organización política tras el Congreso que celebrarán en Julio. Más aún, los "Canaristas" se liberán del presidencialismo omnipresente y omnipotente y adaptan su estructura organizativa a los nuevos tiempos: órganos más colegiados, más participados y que aspiran "nutrirse" de referéndums internos consultivos y vinculantes para la toma de decisiones internas. A este "cambio" se ha llegado tras un debate profundo donde una nueva hornada de actores políticos ha conseguido doblegar las resistencias de la tricefalia histórica que, por su narcisismo, ha estado a punto de cargarse el proyecto.
Los nacionalistas expresan su malestar y denuncian este despropósito