
TURISMO EN CANARIAS: RIQUEZA QUE SE ESCAPA
MÁS DE LA MITAD DE LOS INGRESOS TURÍSTICOS DEL ARCHIPIÉLAGO SE TRIBUTAN FUERA DE LAS ISLAS, LIMITANDO SU IMPACTO ECONÓMICO LOCAL
Una mirada al caso del pueblo canario
EN DEFENSA PROPIA22 de marzo de 2025 Arcadio OjedaA lo largo de la historia, la colonización ha adoptado múltiples formas, desde la ocupación militar explícita hasta estructuras más sutiles e internalizadas. Sin embargo, uno de los efectos más profundos y persistentes de la colonización no es solo el dominio territorial o económico, sino la transformación de la conciencia del colonizado. En este artículo, exploraremos por qué pueblos como el canario —con una historia colonial evidente— no se reconocen a sí mismos como colonizados.
1. La colonización como proceso de interiorización
Frantz Fanon, en su análisis seminal del colonialismo, afirmó que “el colonizado tiende a interiorizar la imagen que el colonizador tiene de él”. La colonización no solo impone leyes y estructuras de poder, sino que también fabrica identidades. En el caso del pueblo canario, la colonización castellana no se limitó a la conquista del siglo XV. Fue seguida por siglos de imposición cultural, religiosa y lingüística, en un proceso de “españolización” profunda que buscó borrar o subordinar los rastros de las culturas indígenas guanches.
El resultado es que muchas generaciones nacieron ya con una identidad moldeada por el colonizador, sin memoria directa de lo perdido ni herramientas para cuestionar la narrativa dominante. La identidad se naturaliza. El colonizado no se reconoce como tal porque ha aprendido a verse con los ojos del colonizador.
2. El privilegio del olvido
Otra dimensión crucial es el olvido inducido. A menudo, los pueblos colonizados no conservan en su conciencia histórica las huellas del trauma colonial. En Canarias, el sistema educativo, los relatos oficiales y los medios de comunicación han contribuido a una visión “españolizada” de la historia, en la que la colonización se presenta como un episodio civilizatorio, cuando no directamente como una incorporación “natural” al proyecto nacional español.
Este olvido se convierte en una forma de anestesia cultural. La ausencia de memoria histórica impide la emergencia de una conciencia crítica. Y, como advirtió Walter Benjamin, “la historia la escriben los vencedores”. En ese relato, los vencidos aprenden a no verse.
3. La colonización como normalidad
En muchos casos, el colonizado no se reconoce como tal porque la colonización se presenta como la única realidad posible. La hegemonía cultural, económica y política impuesta por la metrópoli genera dependencia estructural. Cuando el joven canario estudia en universidades españolas, consume medios españoles y se integra en un mercado laboral diseñado en Madrid o Bruselas, difícilmente puede concebir una alternativa.
La colonización moderna no requiere cadenas físicas: opera a través de estructuras mentales y simbólicas. Antonio Gramsci hablaba de “hegemonía cultural” para describir este fenómeno: la capacidad de una clase o grupo dominante para imponer su visión del mundo como universal. En Canarias, esa hegemonía es tan eficaz que muchos canarios consideran su realidad “normal”, y cualquier cuestionamiento suena a separatismo o locura.
4. La falsa inclusión y el mito del mestizaje
Un recurso habitual del discurso colonial es la idea del mestizaje armónico. En Canarias, se ha construido la idea de un “pueblo mestizo” que funde lo guanche y lo español en una supuesta síntesis feliz. Este discurso oculta las violencias fundacionales, la extinción de lenguas, la destrucción de cosmovisiones, la esclavitud indígena y la expropiación territorial.
El mito del mestizaje opera como una trampa: hace imposible hablar de colonización sin parecer divisivo. La falsa inclusión impide la memoria crítica. En lugar de permitir que los pueblos reconozcan sus heridas, les ofrece una identidad prefabricada en la que “todo está resuelto”.
5. ¿Es posible despertar?
A pesar de esta anestesia cultural, en Canarias —como en otros territorios colonizados— existen voces críticas, movimientos sociales y expresiones culturales que reclaman una relectura de la historia. Despertar implica romper con el relato impuesto, reconstruir la memoria colectiva y reimaginar un futuro propio.
Como señaló Aimé Césaire, “la colonización deshumaniza incluso al colonizador”. Reconocer la colonización no es un ejercicio de victimismo, sino de emancipación. Es el primer paso para rehumanizar al pueblo que ha sido narrado por otros durante siglos.
Conclusión
Que un pueblo como el canario no se reconozca como colonizado no es una anomalía, sino el resultado esperado de un proceso histórico y cultural profundamente eficaz. La colonización ha triunfado no solo cuando se ocupa un territorio, sino cuando se conquista la mente. Y esa conquista, cuando es invisible, es doblemente poderosa.
Descolonizar no es solo recuperar lo perdido, sino aprender a mirar con otros ojos, con los propios. Y ese es un acto filosófico, político y profundamente humano.
MÁS DE LA MITAD DE LOS INGRESOS TURÍSTICOS DEL ARCHIPIÉLAGO SE TRIBUTAN FUERA DE LAS ISLAS, LIMITANDO SU IMPACTO ECONÓMICO LOCAL
Las redes sociales estallan de indignación ante un nuevo acto inmoral de toda la clase política canaria. Aquellos expertos que iban a "canalizar las demandas de la calle tras las manifestaciobes del 20A", debieron "aconsejar" no sólo el desprecio a los centenares de miles de canarios que pedían un cambio, sino que " en el FiTur de este año" hay más políticos que nunca antes "viviendo la vida loca". Vergüenza e indignación.
¿Recuerdan aquella "coalición internacional" que se montò para bombardear e invadir Irak?. ¿Recuerdan la "foto de las Azores" y como Naciones Unidas se creyó lo de "las armas de destrucción masiva?. Pues hagan menoria. Aznar, Fox, Calderón, Uribe, Bukele, Milei y Blackwater detrás de un golpe extranjero para derrocar a Nivolás Maduro. Venezuela "no puede ser desobediente", pero sobre todas las cosas no puede ser un país inmensamente rico en recursos minerales y petróleo y "administrarlos para sí mismos". De ahí tanto foco internacional, tanto castigo, tanta "movilización" de políticos cuyo curriculum en sus países ha sido tan ejemplarmente....corrupto y vendepatrias.
No es la historia misma, sino como te sitúas ante ella. Hace tiempo que sabemos que aquellos que nos precedieron también somos nosotros mismos, ¿o tus bisabuelos no son parte de ti?. ¿Irías tú mismo al cementerio a sacar sus restos para exhibirlos en vitrinas o para venderlos?. ¿Permitirías que sobre sus tumbas se levantarán apartamentos o que sobre su memoria se levantaran falsos testimonios?. Y no, esto no es guanchismo o pretender "rizar el rizo", sino devolver al rango de humanidad y racionalidad lo que han convertido en trivialidad. Somos nosotros, no ellos. Son "los nuestros. Si pretendemos reivindicarnos, empecemos por los vivos sí, pero basta de no honrar a nuestros muertos. Ciencia, claro que sí, pero respeto también.
Los grupos ultraderechistas siempre han sido la expresión más radical del capitalismo. Nunca representaron los ideales de la humanidad,la justicia, la igualdad, el progreso o la libertad. La mayor parte de sus expresiones históricas han venido acompañadas de la violencia, el terror y la muerte: la negación de la vida. ¿Quien va a creer que su negacionismo va a ser ahora algo diferente?
Una mirada al caso del pueblo canario
Y mientras,la policía canaria relegada a tareas menores y de relleno
Un análisis desde Canarias y para Canarias
Los nacionalistas de LC se plantaron ayer en el mismo centro neurálgico de Gáldar para así dar comienzo a una ruta " de presencia" que los llevará a todos los municipios de Gran Canaria. Un nutrido grupo de militantes quisieron acompañar en este primer encuentro a pie de calle con los ciudadanos de este enclave tan simbólico para la historia milenaria de Gran Canaria.
¿Y a estos menores quien los acompaña?
En verdad no se pretendía renovar sino empuercarlo todo un poco más.No iba de derrocar sino de colocar a un nuevo monarca absoluto. No iba de nuevas ideas sino del caciquismo de pueblo de toda la vida. No iba de gestionar mejor sino de mercadear con los votos y venderse al mejor pastor. Nace una nueva sigla pero es la misma vieja y asquerosa política del "quien de más" para calentar las barriguitas. Les proponemos una apuesta: si antes de que termine de leer estas líneas, encuentra la errata que contiene, usted será de los premiados con la condición de "bien informados".