LA HONESTIDAD Y LAS FORMAS YA NO CUENTAN EN POLÍTICA

Comedido el título que le pongo al artículo, de no haber guardado las formas le podría haber llamado "de cagada en cagada", "manipulando que es gerundio", "en busca de un sillón desesperadamente" o "lo de la obediencia canaria era solo un eslogan". Lo cierto es que aún no salgo de mi asombro, y mira que me lo advirtieron. Me advirtieron que la jugada de Alberto con su Drago en Canarias era tal cual ha resultado, darse una vuelta por la colonia, vender alguna moto y volverse pronto a Madrid con el escaño que le quitaron. En serio, me había creído lo de la obediencia canaria, y lo de que venía para quedarse y cambiar las cosas en las Islas, y hasta algún artículo había escrito en su favor. Creo que es un problema que tengo, confío en lo que dicen las personas, a veces también en los políticos. Pero profundicemos un poco más, repasemos la historia del Proyecto Drago y su matriz Sumar, para no quedarnos en una crítica simple y fácil. 

Así tenemos a Alberto Rodríguez, expulsado injustamente del Congreso por el PSOE y traicionado posteriormente por Podemos, que en octubre de 2022 lanza su Proyecto Drago, ya entonces con el eslogan de la "obediencia canaria", para concurrir -dice- a las municipales de mayo y cambiar la forma de hacer política en las Islas. Primera duda: ¿existiría Drago si Alberto hubiera mantenido su escaño?, es evidente que no, luego, cabe pensar que Drago no responde a una preocupación repentina y verdadera por Canarias, y sí más bien a otra cosa, quizá a otra pasión más personal. Este detalle nos debería haber dado algunas pistas. Luego llega la campaña de las Autonómicas y Drago concurre, con un cartel basado casi exclusivamente en la imagen de Alberto, sin unidad alguna y habiendo dejado por el camino a aliados soberanistas como Ahora Canarias, con un programa muy inespecífico que suena bien pero nada concreta, nada avanza en cuestiones de autogobierno que den sentido a su eslogan de obediencia canaria o en apuestas anticapitalistas que vayan a la raíz de los problemas, y mucho menos, por ejemplo, en el gravísimo asunto del acceso a la vivienda. No concreta porque sabe que no hace falta y puede ser hasta peor, la gente vota por el que le cae bien,  o contra la que le cae mal, nada de programa, basta con marketing. Así, en campaña Alberto centra sus críticas en lo mal que lo han hecho Rubens Ascanio en La Laguna o Noemí Santana como lideresa de Podemos y Consejera del Gobierno. Escuchando a Alberto en campaña se entiende que buena parte de la culpa de cómo está hoy Canarias es de los partidos de la izquierda alternativa que gobiernan. Con la esperada debacle del 28M y unas Elecciones Generales adelantadas se acelera todo, y de la noche a la mañana Sumar está caminando con el Proyecto Drago como aliado. En su comunicado de adhesión a Sumar Alberto asegura que se respetarán los intereses de Canarias en todo momento, de igual a igual, sin pleitesías ni órdenes desde Madrid. Y miren cómo son las cosas, que no ha tardado ni una semana en demostrarse lo contrario, y desde Madrid viene impuesta como cabeza de cartel por la provincia de Las Palmas la lideresa de Podemos descabalgada Noemí Santana, la misma que en campaña era para Alberto mala malísima ahora es otra vez su compañera, y será buena buenísima. Como quiera que una cosa no puede ser una y su contraria al mismo tiempo, Alberto mentía en las Autonómicas criticando a Noemí o mentirá ahora defendiendo su proyecto. ¿Por qué no le dijo Alberto a Yolanda que no es nada bueno para Canarias que Noemí Santana repita como candidata, porque lo ha hecho realmente mal y no le va a llegar para el escaño?, quizá porque lo de la obediencia canaria era mentira, no era más que marketing, y además del malo, y aquí se traga con todo por un sillón. Otra cuestión: ¿qué pasa con los que votaron a Alberto confiando en él y esperando que se quedara en La Laguna y en Canarias bregando por su gente?, ¿no es esto otra clase de engaño, otra traición? No hablemos ya de la elección de los cabezas de cartel en esto de Sumar, mucha horizontalidad, mucha consulta a las bases, mucho proceso de escucha  y mucho rollo de hacer otra clase de políticas, pero los cabezas de lista a dedo desde Madrid, Alberto y Noemí, porque a Yolanda le interesa contar con lo que aún queda de Podemos, y sobretodo con su presupuesto para la campaña, y a Canarias que le den.  

Mucho que desear pues en las formas y en honradez en esta "nueva política"de las izquierdas alternativas, y dejamos para el final lo más grave en este sentido, lo que está haciendo la Dama Roja Yolanda con Podemos, Irene y compañia. Estamos de acuerdo en que Podemos es un proyecto ya amortizado que se conjuga en pasado, también en que Irene Montero y Pablo Echenique lo han hecho nada más que regular y seguramente restarían en campaña, pero de ahí al veto público y manifiesto y el espectáculo que están dando va mucha distancia y creo que Yolanda se pasa unos cuantos pueblos. La que quiere ganar el país (otro eslogan mentiroso de campaña) fue puesta ahí por las mismas que ahora veta, son compañeras, son feministas, ¿dónde queda un mínimo de lealtad o agradecimiento, dónde la sororidad feminista? Aparte que sólo hace falta darse una vuelta por las redes para comprobar que Irene tiene sus apoyos, tal vez muchos, y esta lucha a degüello entre mujeres puede salirle cara a este Movimiento Sumar, y acabar siendo otra vez un Restar. Distinto habría sido que Irene lo hubiera entendido, como lo ha entendido Alberto Garzón (IU), y hubiera dado un paso a un lado voluntariamente, pero una vez que no ha sido así, lo de con Podemos sí pero sin Irene no está bien, y queda rematadamente mal frente al electorado potencial, al que tendrán que pedir el voto con un sinfín de mentiras y manipulaciones, obligándolos a votar con la nariz muy tapada, para en el mejor de los casos hacer de muletilla útil de Pedro Sánchez cuatro años más, con lo poco que eso supone para las luchas reales de la ciudadanía.  

Y así en este punto otra vez estoy igual que en las previas del 28M, con pocas opciones a las que votar entre las propuestas a la izquierda del PSOE, al menos en lo que respecta a esto de Sumar, porque ya de entrada demuestran que Canarias les importa muy poco, porque  Alberto ya  estuvo muchos años en Madrid y no se asomó ni media hora por los problemas de Canarias, porque no son una opción anticapitalista que proponga al margen del marco del capitalismo, son reformistas moderados, porque además usan de las mismas feas formas de la política de siempre, o aún peores, y porque no me creo ni considero positiva la alerta antifascista, el dique de contención y todo ese argumentario frentista de siempre que van a empezar a soltar. En resumen, lo que tenga que venir, para captar a muchos de esos votantes que nos fuimos, tendrá que ser más valiente, más anticapitalista, más centrado y preocupado por Canarias, y también y sobre todo, más honesto, con otras formas. Ojalá aparezca algo pronto. 

Eloy Cuadra, escritor y activista social.