KAMIKAZES DE LAS FLORES Y ECOÍSLAS

Con la aprobación en ciernes del Plan de Transición Energética de Canarias, nuestros políticos, tanto los gobernantes como los de la oposición, nos han subido a todos los canarios a un avión que cae en picado hacia las Islas con progresiva velocidad. Los pilotos kamikazes del Gobierno de España, GobCan, cabildos y ayuntamientos de las Islas han soltado el timón mientras informan por megafonía al pasaje que todo va bien: Canarias será autosuficiente en materia energética en 2040.

Sin embargo, lo que no nos cuentan es que al entregar los territorios marítimo (ilustración 2) y terrestre a las multinacionales energéticas, los representantes políticos canarios -todos ellos sin excepción- han cercenado las posibilidades de iniciar el proceso urgente para alcanzar la soberanía alimentaria de las Islas. ¿Por qué? Porque se han aprobado medidas, planes de ordenación del territorio y leyes que promueven la implantación de energías renovables en suelo agrícola en desuso. De esta manera, no queda ni un metro cuadrado de suelo en las Islas para el cultivo de hortalizas y frutales. Por si esto no fuera poco, lo que queda de pesca tradicional también se verá afectada por la implantación masiva de renovables a pocos kilómetros de las costas de las Islas. En este sentido, Gran Canaria es la isla más perjudicada.

Todo esto lo han hecho a espaldas de la ciudadanía. Se ha ignorado y se sigue ignorando el clamor popular creciente, que pide debate de alternativas -que todos sabemos que las hay-, mesura y equilibrio en las decisiones. En nombre del cambio climático no cabe seguir invadiendo y depredando el territorio. 

Los canarios nos estamos jugando mucho en estos momentos. El nuevo monocultivo, la especulación energética, cae desde el cielo directo hacia nosotros. Mientras, nuestros políticos alzan los brazos en júbilo para que nos fijemos en ellos de cara a las elecciones de mayo mientras todos nos estrellamos contra nuestra propia estupidez.

- Eduardo Martín Almeida