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PLENA AUTONOMÍA INTERNA Y PTU: ¿CIMIENTOS PARA UNA FUTURA INDEPENDENCIA?

Hay quien dice que estamos ante los prolegómenos del establecimiento de un nuevo orden internacional. Que con guerra mundial o sin ella, el hegemonismo norteamericano toca a su fin y que la UE terminará implosionando. China, Rusia, India, Brasil y Méjico junto con más de 60 países BRICS van a revolucionar las relaciones internacionales en todo ámbito y se abrirá una verdadera "ventana de oportunidad" para que "el mundo que conocemos cambie de base". La Canarias ultraperiférica, la Canarias tutelada y colonizada, la Canarias convertida en una caricatura tragicómica de lo que deberia ser , necesita tener un status propio y un marco de relaciones con el mundo distinto al que en este momento padece. En el ideal de no pocos canarios la Independencia podría ser ese futurable (futuro deseable), pero para ello hay que trabajar primero en un futurible (futuro posible), que asiente los apoyos y los cimientos que nos saquen del limbo actual.

CANARIAS22 de junio de 2024Semanario LA RAÍZSemanario LA RAÍZ
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Quién iba a decir que el turismo que nos acercó a Europa nos podría con el tiempo servir para todo lo contrario. Tras las manifestaciones del 20A ha quedado al descubierto un, hasta ahora, soterrado hartazgo al "colonialismo europeo". Así se expresaba en muchas pancartas y consignas ("No es turismo, es colonialismo"), de las movilizaciones multitudinarias acaecidas en todas las islas y en la diáspora repartida por el mundo. 

Ese anticolonialismo es aún más emocional que político, pero sin proponérselo ni ser canalizado así por nadie ha brotado en un segmento importante de la sociedad. La gente cuestiona ya que un negocio de cuatro esté condicionando sus vidas. Está pagando en sus carnes el "crecer sin límite" que supone el libre establecimiento de población migrante europea de forma brutal (600.000 nuevos residentes desde el año 2000). Aunque algunos quieran barnizarlo todo como "un modelo mal gestionado", es evidente que un archipielágo no es un continente, que no es lógico tener récords de turistas y a la vez de pobres. Que no es racional haberse integrado en la UE para estar mejor y no dejar de bajar el PIB en lo que va de siglo. Que tengamos que sacrificar nuestro paraíso natural para hacer felices a otros y a la vez tengamos indicadores de infierno social.

Es más que obvio que el marco de Autonomía administrativa y competencial otorgado por España resulta muy insuficiente para afrontar nuestros problemas y retos. Y que también tener la condición de Región Ultraperiférica de Europa sólo nos ha convertido en limosneros y pedigüeños sin desarrollo real que nos permita abrirnos al mundo. Tenemos así las manos atadas y las alas cortadas. Condenados a vivir en un mundo que es pasado a pesar de tener una renta de situación mil veces desactivada.

Si la UE reconoció que Canarias era algo muy diferente a la España continental y le "otorgó" un régimen específico (máscara colonial),¿qué sentido tiene que el Estado español la tengo homologada como una más de sus comunidades autónomas de segunda?. Tras 40 años de acreditado fracaso autonómico y 30 de alarmante escorsetamiento a Europa, nuestro país necesita urgentemente un cambio de modelo integral.

Pese a que la llamada Plena Autonomía Interna es un status jurídico político por terminar de definir, explorar sus potencialidades teóricas y prácticas merece un esfuerzo. Pese a que el marco de relaciones que la UE tiene establecido con los países y territorio de ultramar (PTU), pudo ser una mejor alternativa para Canarias en su momento, ahora parece un escenario mejor para una Canarias que ha naufragado con la plena integración impuesta por España.

El mundo está cambiando. Hay quien asegura que llega una multipolaridad que le dará una nueva ventana de oportunidad a territorios y pueblos como el nuestro. La opción del inmovilismo no es opción y con España estamos condenados a seguir siendo colonia.

Otros diez años más con la actual "eutanasia política" nos alejarían aún más de la ansiada independencia. Tal vez sea el momento de poner en valor un camino diferente hacia esa meta irrenunciable y buscar una fórmula de corto y medio plazo que ofrezca un futurible desde el que construír nación.