Debilidades de las izquierdas: entre la traición, el victimismo y la superioridad moral

El activista y escritor tinerfeño, Eloy Cuadra, reflexiona en tono crítico sobre los errores de la izquierda española y en Canarias. Lo hace en nuestra columna de opinión LA BAJA DEL SECRETO.

LA BAJA DEL SECRETOHace 3 horas Eloy Cuadra
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Dejábamos la pregunta abierta en mi último artículo: ¿cómo es posible que las derechas radicales tengan tanto tirón con mensajes tan simples y bárbaros? Las respuestas, a continuación.
 
La primera gran debilidad, el gigantesco error que nunca debieron haber cometido: la vergonzosa traición a la lucha de clases, olvidando que las izquierdas nacieron como parte de un movimiento obrero articulado en torno a la lucha de clases, contra la explotación capitalista, por una redistribución justa de la riqueza y una mejora de las condiciones de vida. Era eso y no más, ese es el nervio central. ¿En qué momento se volvieron urbanitas, intelectuales, clasistas y acomodadas? Quizá cuando sacaron la bandera blanca y se rindieron a la hegemonía del capitalismo como fin de la historia, y desplazaron sus referentes de lucha hacia las minorías identitarias. Es sencillo de entender, la lucha de clases de las izquierdas de antaño, abogaban por una enmienda a la totalidad, y en el más moderado de los casos eran incómodas para el sistema, porque apuntaban a intereses económicos de verdad. Las izquierdas blanditas de hoy en día, lo han sustituido por luchas identitarias parciales (género, libertades sexuales, diversidad cultural, minorías racializadas), o por luchas de corte universalista que se escapan en mucho de los problemas locales o estatales que en verdad afectan a la gente. Luchas, legítimas en todo caso, pero que en poco o en nada cuestionan el núcleo del capitalismo, que no es otra cosa que lo económico. Y no digo yo -aclaro-, que no sea justo y oportuno manifestarse contra el genocidio de Gaza, por ejemplo, de hecho yo también me manifiesto, pero se me antoja harto difícil cambiar algo de lo que ocurre en esa parte del mundo, cuando sabemos ya desde hace tiempo que la geopolítica pasa olímpicamente de lo que digan los ciudadanos, salvo que las revueltas sean muy masivas, mantenidas en el tiempo y decididas a apostarlo todo, incluso la integridad física. Entretanto, echo de menos el mismo interés y la misma concurrencia ciudadana cuando desahucian a una familia precaria, en ese suicidio colectivo que es hoy la falta de vivienda en este país, y especialmente en comunidades como Canarias, por no hablar del ecocidio mantenido que llevan sus señorías como hoja de ruta en el Archipiélago.


Lo identitario, y lo universal, son luchas cómodas para el poder, que incluso permiten a las élites apoyar banderas arcoíris, lenguaje inclusivo o cuotas de representación, o hacer como que están por la paz en el mundo, la democracia o contra el cambio climático, con meras escenificaciones impostadas (pinkwashing, greenwashing), porque todo eso no amenaza los beneficios de las grandes corporaciones, ni su partitocracia tramposa y elitista. El resultado son unas izquierdas inofensivas, inocuas, blanditas, domesticadas, que ya no van contra el sistema, desconectadas de la precariedad laboral, de los salarios indignos, de la falta de vivienda, de la desigualdad estructural, y de la mayoría de los problemas que le hemos dejado a los jóvenes de ahora, sin que ellos tengan culpa alguna. Y también y sobre todo, desconectadas y sin plantar batalla a las realidades locales. Ejemplo claro de esto último, el hecho de que las únicas izquierdas reales que tienen algo de predicamento hoy en España, en medio de la marea ultraderechista dominante, son las izquierdas regionalistas o independentistas que sí se centran en las realidades locales, como son las gallegas, las catalanas o las vascas.
 
La segunda gran falla en el universo de las izquierdas, es el victimismo habitual en el que se manejan, convertido ya casi en identidad política propia, dibujando a un ciudadano-consumidor de derechos. Al centrar sus luchas en cuestiones identitarias y en colectivos habitualmente marginados, buena parte de las izquierdas han situado sus discursos en el reclamo de derechos, olvidando la otra parte, lo de asumir responsabilidades y esforzarse duramente y con seriedad. Este acomodamiento en los derechos y en el dame, lo vemos especialmente en España en buena parte del funcionariado, con escandalosas cifras de absentismo laboral y no demasiada productividad, pese a que tienen mucho mejores sueldos y condiciones laborales que los trabajadores del sector privado. Y aclaro, no estoy diciendo que recortemos en lo público, al contrario, pero nos iría mejor si los funcionarios entendieran que también están los deberes, la disciplina, la responsabilidad y la cultura del trabajo, y del esfuerzo.


Más allá del funcionariado, el discurso victimista aplicado al ciudadano, nos presenta al individuo siempre como víctima de un sistema opresor, machista, violento, abusón, y es por tanto un individuo al que hay que socorrer, subsidiar, proteger o amparar. No me entiendan mal con esto tampoco, no estoy en contra del Estado del Bienestar, de las coberturas sociales, laborales o asistenciales, todo lo contrario, pero entender que todo es opresión o minusvalía, que todo es culpa de “otro”, del sistema o del de más allá, genera dependencia, desmoviliza y socava la autonomía personal, y con esta filosofía el sujeto nunca se reconoce como agente transformador de su propia vida. La consecuencia: una sociedad que pide soluciones pero no se siente llamada a comprometerse, mucha gente exigiendo justicia que se resiste a asumir la dureza del esfuerzo colectivo. Y aquí el capitalismo está nuevamente encantado, y se aprovecha de esta debilidad colectiva manteniendo a la ciudadanía en la queja, alejada siempre de la acción verdaderamente revolucionaria. Se trata pues de buscar un término medio entre la meritocracia mentirosa y clasista y la aporofobia casi delictiva que defienden las derechas en esta parte del mundo, y la victimización y el reclamo permanente de derechos de las izquierdas políticamente correctas.


Es más, diría que una parte del auge de las ultraderechas en este país deviene del rechazo radical que presentan a esta cultura del victimismo, que llevan al extremo del patrioterismo y la violencia en muchos casos, cierto, muy equivocadamente. Es lo que tiene, a mi juicio, de positivo este tsunami reaccionario que nos arrasa: ellos sienten que algo está mal, pero aplican soluciones bárbaras muy erradas. Es aquí donde las izquierdas deben saber leer el síntoma al que apuntan los conservadores, y aplicar soluciones adecuadas.
 
Y el último gran error histórico de las izquierdas, es esa superioridad moral en la que se instalan. Ese universalismo arrogante, heredero de la ilustración y de esos valores tan nobles, hace que las izquierdas se olviden que vivimos desde hace mucho en un mundo donde todo es relativo. Muchas izquierdas se ven a sí mismas como moralmente superiores, convencidas de que representan “la verdad” y “el bien común”. Esta actitud termina generando desconexión con amplias capas sociales que no se sienten reconocidas ni respetadas. La gente, buena parte de la población canaria y española de hoy, no saben siquiera si comerán mañana o si tendrán casa el mes que viene. Frente a estos problemas habituales, gravísimos para todo el que los sufre, las izquierdas ortodoxas se presentan como un “club de virtuosos” que dicta lo que está bien y lo que está mal desde arriba, predicando, con banderas ideológicas y satanización de las opciones reaccionarias, sin presentar más argumentos ni soluciones que su supuesta superioridad moral y ese elitismo cultural. Y así, acaba pasando lo que hoy tenemos: a buena parte de la ciudadanía, también el obrero, el autónomo, el parado, el vecino de los extrarradios pobres de la ciudad, comprando los discursos más simples, emocionales, directos, aparentemente más cercanos, incluso reaccionarios, de la extrema derecha, porque al menos éstas los escuchan, y no los tratan con condescendencia o altanería.

Y así están las cosas, queridos y queridas de las izquierdas. Imagino que este artículo no va a gustar a muchos de los militantes zurdos tradicionales, pero es lo que hay, por mucho que no quieran verlo. La suma de estas tres debilidades explica por qué las izquierdas pierden terreno, aquí y allá. Empezaron a perder cuando olvidaron que nacieron para transformar lo material, no para dar lecciones morales o refugiarse en luchas cómodas. Así pues, si queremos -y me incluyo también yo como parte de esas izquierdas- salvar algo de lo que otros consiguieron y no morir aplastados por el rodillo conservador, toca bajar del pedestal y volver al barro de la precariedad, de los salarios de miseria, de la falta de vivienda, de la desigualdad obscena, del viejo que muere solo y abandonado, de la madre que no puede, del joven sin futuro o del parado sin esperanza. Toca volver a ser herramienta por y para la gente de abajo, un martillo contra la injusticia, no un club selecto de gente chachi encantada de haberse conocido.

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LA ETT DE TEO: CACIQUISMO ROMERO

Semanario LA RAÍZ
LA BAJA DEL SECRETO27 de septiembre de 2025

No hay mejor campaña de afiliación a un partido que prometer un trabajo. El "invento" no es nuevo ni propio de un sólo partido. En el manual de todo oportunista es una práctica muy socorrida y si se le suma una dosis de caciquismo local se puede llegar a ser el alcalde más votado del planeta. Al final la fórmula es tan simple como los que intervienen en ella: alguien que vende su voluntad a cambio de un empleo temporal pagado con dinero público. Y quien dice un empleo también puede intuir un favor, una subvención, una "ayudita". Quien promete, puede estar recién llegado de una rueda de prensa donde dice poner a Canarias o España primero y quien se vende llevar un rato en la barra del bar vomitando que todos los políticos son iguales.

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SOSA SUMA A LA CIUCA ESPAÑOLISTA Y DE DERECHAS A SU "COALICIÓN" DE TRÁNSFUGAS

Semanario LA RAÍZ
CANARIAS30 de septiembre de 2025

Ciuca ha gobernado siempre en Telde con el PP y pedido el voto por la derecha española en todas las elecciones a Cabildo, Parlamento Canario y en elecciones generales. En la actualidad su alcalde, Juan Antonio Peña, tiene en su grupo de gobierno a una edil que obtuvo su acta con VOX. El partido, que lidera desde siempre Guillermo Reyes, ha estado posicionado justo en el extremo contrario a tesis nacionalistas Canarias o de izquierdas, llegando a tener en sus filas a Onalia Bueno, la xenófoba alcaldesa de Mogán. Esa que espera su turno y rueda de prensa de presentación. Roque Aguayro y Antonio Morales siguen de cabeza hacia su total descrédito.

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NACIONALISMO CANARIO: NI ESCUDEROS NI QUIJOTES

Semanario LA RAÍZ
CANARIAS01 de octubre de 2025

Los años en que se gestó CC quedan ya lejos, pero viene bien recordar las razones por las que, en teoría, tomó cuerpo, por primera vez en la historia de Canarias, una alianza política interclasista de corte Canarista. El pegamento de entonces, fue propiciado por la constatación por parte de algunos sectores, de que "ser escuderos" de una opción centralista era algo menos atractivo que "jugar a ser quijotes" y "vender que podríamos conseguir de Madrid lo que quisiéramos". Sobre la idea de "seremos los "conseguidores", se comentó una idea mercantil y palanganera de nacionalismo, sin aspiración alguna de ser o construir Nación. Y en esa aberración ética e ideológica primero sólo CC, después también NC y próximamente Teodoro Sosa y "sus piratas", el concepto de nacionalismo canario se ha ido desacreditando.

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YA NO ES SÓLO POR GAZA: MAÑANA TE PUEDEN MATAR A TI

Semanario LA RAÍZ
EDITORIAL02 de octubre de 2025

El derecho internacional ya no existe. Ha dejado de tener valor alguno. El marco jurídico que servía como "árbitro" de las relaciones entre naciones y dique de contención teórico para evitar la barbarie en los conflictos internos y entre países desde el final de la segunda guerra mundial es ya pasado. Todo lo que ocurra tras el genocidio en Gaza formará parte de la "nueva normalidad" del Desorden mundial creado por EEUU, Rusia e Israel, con la vergonzante connivencia de la UE, la pasividad de China y la patética actitud de la ONU. Mañana mismo cualquier otro país del mundo puede sufrir lo que Gaza.

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PARA QUE VIVA SECUNDINO

Semanario LA RAÍZ
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Se cumple este 5 de Octubre un aniversario más del nacimiento de Secundino Delgado Rodríguez, primer precursor del pensamiento político nacionalista canario. Es obvio que su mundo, su época, poco tienen que ver, a grandes trazos, con el que nos ha tocado vivir a nosotros, pero no por ello es menos cierto que su idea matríz, la que le llevó a defender que Canarias tenía que liberarse del control español, sigue teniendo razón de ser.

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NUEVA CANARIAS YA "HABLA" CON DRAGO Y OTROS PARTIDOS DE "OBEDIENCIA CANARIA"

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Así se desprende de unas declaraciones de su nuevo secretario de organización, el conejero Ayoze Corujo. El dirigente de NC-BC avanzó en una televisión local de la isla de los volcanes que, siguiendo un mandato del reciente congreso de esta fuerza política, han comenzado a tener conversaciones de cara a confirmar un bloque, "a la izquierda del PSoe*, al objeto de intentar confluir electoralmente de cara a las elecciones estatales y en Canarias.

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COALICIÓN CANARIA COMPRA LOS VOTOS DE GRAN CANARIA

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Fernando Clavijo y Pablo Rodríguez ya han ofrecido formalmente a Teodoro Sosa y Onalia Bueno ser los candidatos al Congreso y Senado respectivamente. La dirección política de CC era consciente de que puede haber un adelanto electoral inminente y han pisado el acelerador para que sus dos apuestas en la circunscripción de Las Palmas tengan claro su horizonte desde ya. A Coalición Canaria la designación de Teodoro Sosa no le supone sacrificio alguno. Lo consideran una "inversión" a repetir en las "autonómicas", una forma de garantizarse definitivamente tener un "socio" en una Gran Canaria que siempre cojeó en su proyecto y que un hombre gris como Pablo Rodríguez, nunca pudo ejecutar.