Antonio Morales y Teodoro Sosa dinamitan Nueva Canarias
Plataforma Salvar Chira Soria barranco de Arguineguín.
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La españolidad es un concepto mucho más amplio que un origen por nacimiento o una condición administrativa. Hablamos de un añadido que pretende elevar a un orgullo prepotente lo primero y una altura menor a todo aquello o a aquel que no pase por el mismo aro de ese constructo mental, cultural y político. La españolidad así entendida, es como aquella idea de raza aria germana e imperio en donde sólo cabía lo que cabía en aquellas cabezas enfermas de ego y odio.
LA BAJA DEL SECRETO28 de enero de 2023Semanario LA RAÍZLa españolidad es una expresión que va más allá y define mucho más que el hecho mismo de tener esa nacionalidad. La españolidad está imbuida de una forma y manera de entender su cultura, su lengua, su historia y sus relaciones con otros pueblos, que obviamente quedó marcada, lastrada y sesgada por dos hechos históricos importantes: su etapa colonial y el franquismo. En ambas, sus élites, las mismas antes y ahora, construyeron un concepto de la españolidad cimentado en la prepotencia, la intolerancia, la soberbia y la supremacía ante todo aquel que no consideren un igual. Así lo español era lo que ellos decidían, el español la lengua por ellos hablada, el buen español quien ellos consideraran, lo mejor para España lo que coincidiera con intereses de su clase y lo que no siguiera su encorsetada forma de pensar, podía ser considerado salvaje, primitivo, enemigo, infiel, bárbaro, traidor y así mil adjetivos más según la època, todos con afán peyorativo, descalificativo, humillante y por ende a erradicar. Esa forma tan impropia e indecente de entender la relación entre individuos, comunidades, pueblos o incluso entre ellos mismos, les generó en el pasado, pero también en el presente, una reacción lógica de rebeldía, de disidencia, de contra, de aversión, para con ese pensamiento único.
Así las cosas, durante cientos de años, se construyó un discurso en el que por amor a España se pudo asesinar, robar, encarcelar, reprimir, adoctrinar, sacrificar, excomulgar y silenciar a cualquiera. Durante cientos de años, se hizo coincidir la españolidad con una épica y un orgullo donde brilló más lo rancio, lo grotesco, lo superficial, lo mediocre, la picaresca y el sálvase quien pueda, en vez de otra donde pudiera tener cabida lo meritorio, lo inteligente, la altura de miras, el verdadero cambio a mejor.
Y como consecuencia de este conjunto, del nacer, crecer, vivir y morir en medio de este "modus vivendi y operandi" español, se traduce la inmersión en la que vive y sobrevive una gran parte de la población española y/o españolizada, esa que se muestra inerte ante sus padeceres pero entusiasmada con sus banderías y pendones.
Por eso resulta lógico, normal, sano y deseable romper con esa españolidad, con quienes la sostienen "a espada y crucifijo" o la mantienen para "más caenas". Y esto no es en absoluto un alegato contra esa otra parte de la sociedad española, eso sí minoritaria, que siente y padece esa "españolidad". Esto es un llamado a entender que lo que está instalado hasta el tuétano como espíritu de esa Patria, es un obstáculo para quienes queremos una sociedad liberada de todas esas lacras culturales, sociales, políticas y económicas. España y su Estado no tienen arreglo posible, por eso es fundamental romper con el modelo de relación que con ambos tenemos. Con España es inviable un cambio en profundidad, irrealizable el desplazamiento del poder de sus élites, ingente la revolución cultural que habría que acometer con sus maneras de pensar, hacer y actuar. Para los canarios además, sólo saliendo de unas relaciones donde la sumisión, subordinación, imperativa dependencia y clichés extendidos, estuvieran estirpados, seria posible otra para un beneficio recíproco, una convivencia respetuosa y una amistad sinceras. Deseable sí, pero necesitada de la Independencia canaria para poder tener una oportunidad.
Plataforma Salvar Chira Soria barranco de Arguineguín.
Cómo la explotación, la represión y el silencio marcaron una nación
El filósofo Umberto Eco pone como ejemplo cómo los vietnamitas, pese a la absoluta superioridad norteamericana, lograron resistir y vencer. ¿Qué puede hacer el pueblo canario para usar la misma estrategia?. Se lo contamos gracias a Javier Hernández, activista canario y filósofo.
Dos referentes del activismo social y medioambiental canario firman esta reflexión que está en mente de muchos pero que sin duda ellos tienen el valor de expresar también públicamente con el valor y el libre pensamiento que siempre les ha caracterizado. Son Pedro Hernández y Julio Cuenca, dirigentes de la lucha contra la destrucción del Bco, de Arguineguín, Chira y Soria.
¿Quién es Noam Chomsky? Noam Chomsky (1928) es un influyente lingüista, filósofo y activista político, reconocido por su crítica al poder global y sus aportes al pensamiento crítico. Su análisis cuestiona las estructuras de desigualdad y opresión que definen el sistema mundial.
Reportaje de LA RAÍZ
Los llamados " renovadores" hasta hace tres meses y ahora promotores de un nuevo partido político liderado por Teodoro Sosa, se reúnen esta misma tarde de Jueves. Será en la sede de Roque Aguayro, con el "independiente" alcalde del municipio como cicerone, Marino Alduán como "secretario" y un Antonio Morales en "espíritu", que no en cuerpo, autorizándolo.
Organizaciones y abogados alertan sobre la retirada de menores a madres precarias por razones económicas, calificándolo de "mafia roba niños".
Plataformas como Salvar La Tejita y Salvar el Barranco de Arguineguín denuncian la desaparición de restos arqueológicos en proyectos turísticos y energéticos.
Parafraseando una estrofa de Los Sabandeños, hay dos clases de canarios y ninguno vive en jaula. Es una pena que sí que haya un tipo de activismo que prefiere vivir en ella y una esperanza que otro decida romper sus barrotes y tener libre su conciencia.
Los grupos ultraderechistas siempre han sido la expresión más radical del capitalismo. Nunca representaron los ideales de la humanidad,la justicia, la igualdad, el progreso o la libertad. La mayor parte de sus expresiones históricas han venido acompañadas de la violencia, el terror y la muerte: la negación de la vida. ¿Quien va a creer que su negacionismo va a ser ahora algo diferente?