DE AQUELLA REBELIÓN DE LOS GOMEROS
Nunca fue verdad que los primeros canarios se entregaran por inevitable desventaja "guerrera" a la colonización. Focos de resistencia hubieron antes, durante y después de la invasión europea. Más aún, cada vez que los españoles incumplieron sus mínimos pactos, aquellos canarios, se sublevaron. El caso de la Rebelión de los gomeros es el más emblemático. También el más sangrante ejemplo de la crueldad desmedida del "civilizador" español. Pedro Medina Calero, nos deja aquí su crónica de aquellos hechos, al cumplirse un nuevo aniversario de aquella Rebelión de dignidad.
LA BAJA DEL SECRETO23 de noviembre de 2023 PEDRO MEDINA CALEROLA REBELIÓN DE LOS GOMEROS 20/23 Noviembre 1488.
ANTECEDENTES
En el año 1477 estaba ya la isla de La Gomera sometida al poder feudal castellano-europeo, con dominio pleno en Orone (Alajero/Arure/Valle G.Rey) e Ipalan (San Sebastián), con influencia y sin pleno dominio sobre Mulagua (Hermigua/Agulo) y Agana (Vallehermoso). Ese mismo año, enviado por su padre, llega a La Gomera Hernán Peraza “El Joven”. Comienza así una de las páginas más sangrientas de la historia de la isla y del Archipiélago Canario.
Los cantones de Mulagua y Agana albergan núcleos de resistencia gomera contra la dominación por parte de los europeos, castellanos o portugueses. A ellos (los cantones), nos vimos obligados a retroceder los Gomeros de Ipalan y Orone para escapar de la esclavitud y la muerte. Desde Mulagua y Agana igualmente observábamos como los extranjeros europeos se iban apoderando poco a poco, por la fuerza, de nuestras tierras y nuestros ganados.
Hernán Peraza, a quién D.J. Wölfel nos presenta como “hombre sin conciencia, soberbio y brutal”, no hizo nada para apaciguar el odio y la sed de venganza de nuestro pueblo, muy al contrario; con sus pretendidos amores con la gomera Iballa y el aumento de la represión contra nuestro pueblo, dio ocasión y razón a la justicia de nuestro pueblo. Así, el mismo año de su llegada se dirige a Hermigua a sofocar una rebelión que se había producido en el norte contra su poder.
En 1478 y 1479 continuamos los actos de alzamientos y resistencias básicamente en Mulagua y Agana. Desde 1480, la isla entra en un período de calma tensa hasta que en los primeros días de julio de 1481, Juan Rejón, recientemente nombrado General conquistador de la isla de Benahohare (La Palma) y Achinet (Tenerife), desembarca con sus tropas en la playa de Hermigua, con intenciones de intervenir en la conquista y de paso “arreglar” viejas rencillas con Hernán Peraza. La situación en ese momento se hace explosiva y amenazante para el “señor de la isla”. Un enemigo peligroso (Juan Rejón) con abundante tropa se sitúa en el territorio rebelde y alzado de Mulagua. Peraza reacciona y ordena a sus tropas dirigirse hacía Hermigua con la intención de evitar un pacto en su contra y de apresar a Juan Rejón, que perdió la vida en la lucha.
Por la muerte de Juan Rejón, Peraza fue llamado a la Corte de los Reyes Católicos, que le impusieron como pena “el contribuir con hombres (gomeros-esclavos principalmente) y armas a la conquista de la isla de Tamarán (Gran Canaria). Por entonces conoce a Beatriz de Bobadilla que goza de los “favores” del Don Rey Fernando el Católico, por lo que la reina Isabel la Católica se mostraba perturbada y celosa. Fernando propone a Hernán Peraza el matrimonio con Beatriz de Bobadilla, accediendo a ello y bajo promesa de que “nunca habrá de regresar con Beatriz de Bobadilla a la Corte”, por ello el Rey lo nombra señor absoluto de la isla. A su regreso al Archipiélago Canario, Peraza participa en la conquista de Gran Canaria que se incorpora a la corona de España, el 29 de abril de 1484, fecha en la que vuelve a La Gomera con Beatriz de Bobadilla.
La Gomera en ausencia de Peraza, vivió una situación menos tensa y dramática (finales de 1481 a abril de 1484). Todos los cantones, incluidos Mulagua y Agana, estaban en calma.
L A R E B E L I Ó N 20-22 Noviembre 1488
Hernán Peraza a su regreso a la isla, continúa con sus maldades hacia nuestro pueblo, se siguen expropiando nuevas tierras, se nos somete al pago de impuestos abusivos y nuestras mujeres son perseguidas y acosadas. A principios de 1488, Mulagua se rebela. La sublevación y alzamiento poco a poco se va extendiendo a otros cantones, a toda la isla. Nuestro viejo sabio Hupalupo en unión de su hijo, y el jefe guerrero del bando de Mulagua Hautacuperche y varios de los suyos se trasladan a la Baja del Secreto (Valle Gran Rey) para, con enorme sigilo y cautela organizar la muerte de Hernán Peraza e iniciar la liberación de La Gomera de la dominación del yugo español, y para “cumplir el deber sagrado al ser sus hijos esclavos”.
Los compatriotas conjurados aprovechamos los deseos de Peraza de entablar relaciones sexuales con Iballa, hija de Hupalupo y a la vez prometida de Hautacuperche, y le dan cita para un presunto encuentro en Guahedum. Peraza acude al encuentro pero es emboscado por Hautacuperche que estaba al acecho, esperándole y estando encima de la cueva-habitación en que se encontraba Iballa, con un asta (regatón) como dardo, con un hierro de dos palmos; arrojándosela se la metió por entre la coraza y el pescuezo, que le paso de arriba abajo, donde cayo muerto.
La noticia del ajusticiamiento de Peraza, es comunicado a cada rincón de la isla por medio del lenguaje silbado. Los gomeros comprendimos entonces que había llegado el momento de alzarse contra la dominación extranjera española y entre el 20 y el 23 de noviembre de 1488 sometimos a los invasores a feroz castigo.
En esas fechas llegamos a asediar la Torre del Conde, momento en el que Hautacuperche, máximo jefe de la rebelión es muerto. Nuestros compatriotas al ver muerto a su caudillo, nos retiramos hacia el interior, a las inmediaciones del Garajonay.
LA REPRESIÓN
Beatriz de Bobadilla comunica la muerte de su esposo Hernán Peraza a Pedro de Vera, Gobernador de Gran Canaria, que acudirá presto a La Gomera en su ayuda. Mediante engaño y falsas promesas nos hacen acudir a San Sebastián. Aquí se prodigaron escenas de la máxima crueldad que durante siglo han permanecido en nuestro subconsciente. La denominada Montaña e la Horca, ha continuado rememorando la perpetuidad aquellos sangrientos y genocidas acontecimientos, contra nuestro pueblo por parte de los conquistadores españoles.
Beatriz de Bobadilla condenó a todo los gomeros mayores de quince años del Bando de Orone y Mulagua a la muerte por “traidores”. Nos arrastraron por los suelos, ahorcaron, nos cortaron pies, y manos. No se perdonó la vida a ninguno de quince años para arriba, ejecutándose diversos géneros de castigo; empalados, guanteados, exponiendo nuestros cuerpos en caminos y otros sitios; fuimos llevados a la mar con piedras en los pies, manos y pescuezo, echados vivos al mar, ahogados… Igualmente Beatriz dio orden a Alonso de Cota que embarcase a un gran número de niños gomeros y mujeres para venderlos como esclavos en Lanzarote. Cuando los niños llegamos a la isla de Titeterogaka Doña Inés Peraza ordenó que fuésemos echados al mar y a los que quedamos nos repartió como esclavos de sus soldados.
De regreso a Gran Canaria Pedro de Vera, temiendo que los gomeros residentes en aquella isla que habían sido obligados a participar en la conquista, se rebelasen, una noche nos hizo aprender a unos 200 entre hombres, mujeres y jóvenes; a todos los hombres nos condenó a muerte, y ejecutó, y a las mujeres y niños nos dio por esclavos.
Así quedo nuestra isla más despoblada que pacífica. Al poco tiempo moriría Hupalupo de tristeza y pesar. Los años siguientes los sobrevivientes continuamos perdiendo nuestras tierras, nuestros ganados y obligados a pagar impuestos a la Condesa, y a Castilla; y aún hoy a España. Poco a poco los gomeros hemos ido viendo como la isla y Archipiélago ha dejado de ser nuestro.
LIBERACIÓN CANARIA: "EL FRACASO DE LA UNIÓN EUROPEA EN ÁFRICA LO PAGA EL ARCHIPIÉLAGO CANARIO"
Comunicado de Liberación Canaria
Comunicado íntegro de la Coordinadora del 20-A en Gran Canaria