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El desastroso papel de PP y PSOE canarios en la crisis migratoria: Marionetas de Madrid y humillados por el centralismo

CANARIAS22 de octubre de 2024Semanario LA RAÍZSemanario LA RAÍZ
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La crisis migratoria que vive Canarias no solo ha puesto en jaque al sistema de acogida, sino que ha desnudado la total irrelevancia política del Partido Popular y el Partido Socialista en las islas, relegados a simples marionetas de sus direcciones en Madrid. Mientras los canarios soportan las consecuencias de una situación insostenible, los líderes sucursalistas de estos partidos se arrastran ante la metrópoli, incapaces de defender los intereses de su tierra y sometidos a humillaciones constantes por parte de sus jefes en la capital.

El PSOE canario, con Ángel Víctor Torres a la cabeza, ha desaparecido del mapa. Las pocas declaraciones que salen de su boca son vacías, carentes de firmeza y más dirigidas a no incomodar a Pedro Sánchez que a dar soluciones reales a la crisis. Torres, lejos de actuar con altura, parece más un peón deseoso de mantener su puesto en el Consejo de Ministros, aunque eso implique dejar a Canarias hundirse en la precariedad. No es Page, sino paja, una voz intrascendente que se limita a cumplir con los dictados de Ferraz, mientras la situación en las islas empeora por momentos.

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Lo de Manuel Domínguez, líder del PP canario, es aún más patético. Su partido en Madrid lo trata como a un singuango, relegado a pedir ayuda con la voz temblorosa mientras Génova lo desprecia con excusas baratas y demagógicas. Madrid mira a Canarias con desdén, minimizando una crisis humanitaria que afecta a miles de personas y golpea duramente a la sociedad canaria. Domínguez no es más que un escudero humillado, sin capacidad para levantar la voz ni exigir respeto. Ha quedado claro que el PP canario no pinta nada en las decisiones que se toman desde la metrópoli, y su líder no es más que un títere que solloza pidiendo auxilio mientras su partido lo ignora con total impunidad.

Y, en medio de este bochornoso espectáculo, Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias y líder de Coalición Canaria, no sale mejor parado. A Clavijo lo tratan como a un actor de reparto, un singuango más en el escenario político estatal. Su peso en las decisiones importantes es nulo, y Madrid lo ve como un líder irrelevante que puede ser ignorado sin mayores consecuencias. Clavijo, supuestamente encargado de defender los intereses del archipiélago, asiste impotente a una crisis que se le escapa de las manos, incapaz de conseguir una respuesta efectiva del Gobierno central.

En definitiva, PP y PSOE en Canarias no son más que marionetas movidas por los hilos que tiran desde Madrid. La crisis migratoria ha puesto de manifiesto la absoluta sumisión de estos partidos sucursalistas a sus matrices en España, dejando a Canarias sola ante una situación dramática. Mientras tanto, los líderes sucursalistas se arrastran por mantener su estatus político, permitiendo que sus voces sean silenciadas y sus intereses, ignorados. Una vergüenza política que los canarios están pagando con creces.

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