A LA CAZA DE LOS MÁS POBRES

Ni los delincuentes se ven expuestos a un trato tan inhumano como las personas en situación de calle que pululan desorientados por las dos urbes canarias. A "los nadies", sólo les salva de la muerte física, la empatía,caridad o solidaridad de la ciudadanía de a pie. Aquellos trabajadores sociales de antes, que se "pateaban" los barrios para detectar "la exclusión", andan desde hace tiempo cómodamente sentados haciendo tarea administrativa previa cita por internet. 

Resulta hilarante comprobar la inhibición absoluta con que estos y otros ayuntamientos tratan a los "nadies". Primero los despiertan con focos y gritos en mitad de la madrugada, acontinuación los operarios usan mangueras con agua a presión y les tiran a la basura ropas, documentación y otras pertenencias y, para más inri, la policía impone sanciones que saben no van a poder cobrarse. En el caso que estén presentes los medios de comunicación, funcionarios les hacen entrega de documentos que deben presentar " por internet, con certificado digital y pago de tasas" para "ayudas".

El colmo de la sinrazón. Personas que comen de la limosna o de las sobras de los contenedores de basura, ¿van a disponer de luz, ordenador, móvil, certificado digital y capacidad para el simple trámite de verse con un trabajador social y pedir ayuda?.

La muerte, la enfermedad, los trastornos mentales, la aporofobia y el trato inhumano acorralan al "tercer mundo" que está delante de nuestras narices. Personas despojadas de todo derecho humano, malviven perseguidas en nuestras calles sin que nadie reaccione. Cada uno con una historia personal que puede ser la de usted mismo dentro de unos años. 

Y mientras esto ocurre y crece en intensidad y volumen, cada día que pasa es más la gente trabajadora que se ahoga con su salario insuficiente y corre el riesgo de perder su techo y su vida.