Antonio Morales y Teodoro Sosa dinamitan Nueva Canarias
Plataforma Salvar Chira Soria barranco de Arguineguín.
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Canarias, el paraíso prometido para millones de turistas al año, es también el infierno económico para quienes aquí nacemos y vivimos.
Nos venden la narrativa de una tierra de oportunidades, un puente entre continentes, mientras los canarios contamos céntimos a final de mes, sufrimos el desempleo crónico y soportamos una pobreza estructural que ya no se mide en estadísticas, sino en la desesperación diaria.
Y lo peor de todo es que esta situación no es un accidente, es el resultado de una planificación meticulosa, una maquinaria diseñada para mantenernos dependientes, cautivos y callados.
La Ley de Puertos Francos de 1852 fue una de las pocas luces en nuestra historia económica que permitió a Canarias respirar, comerciar y crecer.
Fue un modelo audaz que rompió con los corsés de Madrid y nos posicionó como un centro logístico y comercial global.
Pero, claro, esa independencia económica no podía durar.
A medida que España se dio cuenta de nuestra valía como bastión geoestratégico y comercial, comenzó el desmantelamiento lento pero seguro de cualquier herramienta que nos permitiera prosperar.
El Régimen Económico y Fiscal (REF), presentado como un salvavidas en 1972, es en realidad un collar de perro suficientemente largo para que parezca que podemos movernos, pero ajustado para que no escapemos.
Y luego llegó Bruselas, con sus normativas asfixiantes, vendiéndonos la integración europea como un "salto al futuro".
¿Futuro?
Lo que nos han dado es un gueto económico, donde cada movimiento debe ser aprobado por Madrid o por Bruselas, mientras nos llenan la boca de "fondos europeos" que apenas tapan las grietas de un sistema corrupto que perpetúa el poder de unos pocos.
España y la UE mantienen a Canarias en un cautiverio bajo disfraz carnavalero de ultraperiferia, lejanía e insularidad como traje a medida para someternos en la creencia de que sin ellos, sus reglas, no tenemos oportunidad alguna de progreso pero lo cierto es que vivimos en situación de pobreza interesada para que el mensaje cale en el inconsciente colectivo.
España no es un socio; es un carcelero.
Nos utiliza como un peón en su estrategia geopolítica, un enclave militar y comercial disfrazándonos de comunidad autónoma.
Nuestra dependencia económica les viene de perlas mientras el Archipiélago Canario siga siendo un mercado cautivo, las grandes empresas españolas y europeas continuarán llenando sus bolsillos a nuestra costa.
¿Alguien ha intentado comprar productos básicos?
Nuestros precios son los más altos del Estado español, pero nuestros salarios están entre los más bajos. Bruselas, en lugar de corregir estas desigualdades, las perpetúa con sus normativas pensadas para sus intereses particulares.
Para la UE, somos un simple "territorio ultraperiférico", útil solo cuando necesitan un escaparate de diversidad cultural o una base para sus intereses en África.
La ironía de nuestra situación económica es una realidad
Canarias tiene todas las cartas para ganar. Una ubicación estratégica en el Atlántico, un clima excepcional, una población trabajadora y resiliente. Pero seguimos jugando una partida con las reglas de otros.
Nos dicen que somos un puente entre continentes, pero ¿dónde está el comercio que justifique ese título?
Nos llaman "zona turística de referencia", pero nuestra dependencia del turismo nos tiene al borde del colapso, tensionando la cohesión social y dependientes de ciclos de estabilidad cada vez que hay una crisis internacional.
¿Y qué pasa con la diversificación económica?
Mientras en el resto del mundo, otros territorios archipielàgicos apuestan por la diversificación tecnológica, el desarrollo, investigación e innovación en diferentes áreas o la logística global, nosotros seguimos esperando el próximo vuelo charter lleno de turistas.
Nuestra realidad es una broma de mal gusto, y los que deberían estar liderando el cambio – en Madrid, Bruselas y en nuestras propias instituciones– solo se preocupan por mantener el statu quo de poder a costa de nuestra calidad de vida.
Necesitamos recuperar nuestra libertad económica. Es hora de romper las cadenas que nos matienen cautivos sin dejarnos avanzar.
Recuperar el espíritu de los Puertos Francos de 1852 no es un capricho nostálgico, es una necesidad de supervivencia, de progreso y oportunidades.
Necesitamos un modelo económico que permita a Canarias ser lo que realmente es, un hub global, una puerta al Atlántico, un espacio para la innovación y el desarrollo. Hace falta un sistema actualizado de Puertos Francos que nos pueda ofrecer:
1.Autonomía fiscal real, que nos permita atraer inversión sin las trabas de España y Bruselas, ni de un REF que encorseta toda iniciativa en favor de élites que de ven favorecidas por el clientelismo político empresarial de turno, ya sea local o extranjero.
2.Diversificación económica, fomentando sectores estratégicos, la investigación, la tecnologías, la transformación agroalimentarias y otras oportunidades existentes y viables.
3.Un mercado competitivo, donde los precios no estén inflados por monopolios impulsados desde el Estado Español.
4.Oportunidades laborales de calidad, que aporten valor añadido, que ofrezcan a los canarios salarios justos, dignos y un futuro en su propio país canario.
Es la hora de la verdad, Canarias no puede seguir siendo una colonia económica en pleno siglo XXI.
No podemos depender de las migajas de Madrid ni de las dádivas de Bruselas.
Es hora de alzar la voz, de exigir un modelo que respete nuestra identidad y aproveche nuestro potencial.
Si no actuamos ahora, el futuro no será una promesa, sino una sentencia: más pobreza, más dependencia, más desesperanza.
Pero si tenemos el coraje de romper con este sistema y recuperar nuestra libertad económica, Canarias podría convertirse en lo que siempre ha debido ser: un modelo de progreso, innovación y dignidad.
La pelota está en nuestro tejado. ¿Estamos dispuestos a jugar?
Plataforma Salvar Chira Soria barranco de Arguineguín.
Cómo la explotación, la represión y el silencio marcaron una nación
El filósofo Umberto Eco pone como ejemplo cómo los vietnamitas, pese a la absoluta superioridad norteamericana, lograron resistir y vencer. ¿Qué puede hacer el pueblo canario para usar la misma estrategia?. Se lo contamos gracias a Javier Hernández, activista canario y filósofo.
Dos referentes del activismo social y medioambiental canario firman esta reflexión que está en mente de muchos pero que sin duda ellos tienen el valor de expresar también públicamente con el valor y el libre pensamiento que siempre les ha caracterizado. Son Pedro Hernández y Julio Cuenca, dirigentes de la lucha contra la destrucción del Bco, de Arguineguín, Chira y Soria.
¿Quién es Noam Chomsky? Noam Chomsky (1928) es un influyente lingüista, filósofo y activista político, reconocido por su crítica al poder global y sus aportes al pensamiento crítico. Su análisis cuestiona las estructuras de desigualdad y opresión que definen el sistema mundial.
Reportaje de LA RAÍZ
Los actos del 30 de enero no solo serán un mensaje de solidaridad, sino también un grito de denuncia contra las violaciones de derechos humanos y una apuesta por un futuro más justo.
A los "renovadores" ya no los podremos seguir llamando así. Ya mejor "disidentes" porque lo que es renovar, parece que no es ya su objetivo y al ritmo de "amistades peligrosas" que están haciendo pareciera que han montado un ruido tremendo para cambiar Guatemala y ahora apostar por Guatepeor. Querer juntar las palabras " regeneración" con Coalición Canaria es más que osado y la de " reunificación nacionalista" con personajes como Onalia Bueno, Cardona, Clavijo y cía, es de un esperpento que retrata al que lo mente y se lo trague.
La organización del encuentro recae sobre un equipo de 30 personas, reunidas el viernes pasado en Las Palmas de Gran Canaria.
Nos roban, nos mienten, crean campañas para esconder otro expolio colonial y el canario....aplaude. Somos pobres...por ignorantes. Los listos son ellos. Que buenos somos los canarios...que buenos de engañar. El negocio del turismo vacacional tampoco ayuda a los canarios. Es más colonialismo.
La colonia sigue generando beneficios turísticos multimillonarios, pero permanece sujeta a migajas y limosnas que dependen del capricho de los partidos españoles.
EN UN ARCHIPIÉLAGO DONDE MILLONES DE TURISTAS DISFRUTAN DE RESORTS DE LUJO, MILES DE MAYORES VIVEN EN EL ABANDONO, SIN PLAZAS RESIDENCIALES Y EN CONDICIONES PRECARIAS.
Las imágenes hieren. Lo que representan aún más. Como si nada ocurriera, como si más de 200 mil personas no hubieran tomado las calles para decirles ASI NO, ¡BASTA!, este año también es récord la arribada, a una feria de turismo que sólo debería ser de profesionales, de una clase política que da vergüenza, que está arrodillada ante el gran capital inmobiliario, especulador y colonialista en Canarias. No tienen nombre. No se pueden representar ni a ellos mismos, porque su catadura es inmoral.
Las redes sociales estallan de indignación ante un nuevo acto inmoral de toda la clase política canaria. Aquellos expertos que iban a "canalizar las demandas de la calle tras las manifestaciobes del 20A", debieron "aconsejar" no sólo el desprecio a los centenares de miles de canarios que pedían un cambio, sino que " en el FiTur de este año" hay más políticos que nunca antes "viviendo la vida loca". Vergüenza e indignación.