EL "CHIRINGUITO" CANARIO: LOS PILARES QUE SOSTIENEN LA RAPIÑA
La españolidad de Canarias no es una oportunidad, sino una desgracia. Mantenerla no es estar en el primer mundo, sino ser cenicientas de éste. Podemos seguir siendo pobres y subvencionados a causa del robo que nos perpetran o ser dueños de nuestra riqueza y repartirla en forma de bien común. Podemos agachar la cabeza para siempre o mirar de frente y ganar otro futuro.