Tras 40 años de Autonomía, nuestra identidad está tocada de muerte. Somos más dependientes, pero lo que es peor, emocionalmente estamos más debilitados para responder al embate globalizador. El falso autogobierno es neocolonialismo, pero ante él falta un proyecto de País que sume y multiplique apoyos. Sólo resistir no es opción.
Cuarenta años de supuesto autogobierno y hoy somos más colonia que ayer. Cuarenta años de celebración de un hecho diferencial que se han encargado de laminar a grandes trozos y en todos los ámbitos. Cuarenta años en los que el mundo ha cambiado y nosotros seguimos recibiendo órdenes de los mismos bwanas. Cuarenta años celebrando un 30 de Mayo, que tenemos un Parlamento, que sólo es "para-lamentos" de este pueblo, porque desde fuera no leS tiene respeto nadie. ¿Dónde está el autogobierno?
Un 25 de Mayo como hoy, los pueblos y emergentes naciones que en su seno nacieron, decidieron poner las bases de su unidad y común libertad. Hoy África sigue siendo prisionera de manos ajenas, pero también de caínes envilecidos, pura gusanera. África es rica, sólo necesita terminar de romper sus cadenas; las externas y las internas. Otra África está naciendo y de ese parto Canarias no debería quedar fuera. Como sea hay que conseguir que Canarias deje de estar a espaldas de ella, porque ciega, sorda y muda como está ahora, es una losa colonial que nos quiere sólo ceniciente europea.
Una red para-policial espía ilegalmente a miles de personas desde 2014 con el malware Pegasus y sucedáneos. Según Citizen Labs y "gargantas profundas" más de 1300 personas han sido y siguen siendo espiadas para controlar politicamente, extorsionar económicamente y asesinar mediáticamente a los "enemigos" del Régimen.
Este vocativo o sustantivo tomado prestado del Suajili (bwana), estuvo muy extendido en todos aquellos territorios africanos donde el esclavista o colono europeo usó a los naturales del lugar para su provecho. El ¡Sí, Bwana! o Sí a todo lo que dijera, mandara o ordenara el Señor /Amo, fue una expresión que acuñó hasta el cine para trasladar la sumisión del "negro" al "hombre blanco" al que servía. Con "Las mentiras del bwana" intentamos desmontar otro de esos embustes fabricados por el colonialismo español: la necesidad de ser una etnia diferente para ser un país independente.
En Canarias somos campeones del buenismo y la solidaridad ajena. Pareciera que mirar por nuestros propios intereses generales no fuera con nosotros. Los ponemos en manos de otros ajenos o simplemente ni recabamos en cuáles son estos. Admitimos incluso que no se tenga una mirada anticolonial de lo que acontece, pero es que nisiquera se tiene para hacer valer este autogobierno de andar por casa, esta autonomía que no se reivindica sino para pedir limosnas a Madrid.
La Raíz primigenia se hace mayor, crece, abraza la idea de un suelo más amplio donde asentar su razón de ser y su simiente al suelo patrio. Tenemos los pies en el suelo y la cabeza sobre los hombros, pero también la mirada al frente y la determinación elegida. Sabemos el reto, la enorme complejidad, la losa de resignación general que, como un siroco, pretende secar cualquier brote de verde esperanza. Vamos despacio y cabales, pero vamos adelante.
EDITORIAL
03 de abril de 2022
Equipo de La RAÍZ
Salir del galgos o podencos. Avanzar es mirar hacia adelante, aprender del pasado pero sobre todo poner la causa canaria como prioridad.